Alrededor de 600 pacientes de hemodiálisis del Instituto Mexicano del Seguro Social se encuentran en la incertidumbre luego de que la dependencia decidió trasladarlos a otras clínicas que no cumplen con los lineamientos normativos y técnicos para atenderlos, advirtió el administrador de las Clínicas Periféricas y Ambulatorias, Sergio Borbolla García, quien dijo que el IMSS no ha querido respetar el contrato con el que cuentan y que permite subrogar el servicio hasta septiembre de 2019.
En entrevista, afirmó que los pacientes fueron informados de una manera “arbitraria” de que sus tratamientos de hemodiálisis que reciben tres veces a la semana, serían suministrados en dos clínicas diferentes, algo que los tiene descontentos y preocupados por la lejanía de los lugares y que incluso podría poner en riesgo su vida; esto a pesar de que su empresa cuenta con una suspensión emitida por parte del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, para no interrumpir la prestación del servicio, algo que el Seguro Social ha pasado por alto.
“Los pacientes están desconcertados; no se les puede tratar de esa manera, que de un día para otro se vayan sin expedientes clínicos, sin paneles virales, son pacientes que dependen de una máquina cada tercer día y ese es su sustento de vida”, afirmó Borbolla García.
Al respecto, Sergio Terrazas, paciente de clínica, mencionó que fueron avisados vía telefónica sobre el cambio, algo que lo dejó desconcertado porque ahora se tendrá que trasladar más lejos para recibir el servicio.
“Me hablaron, ayer me presenté y me mandaron a El Pueblito, me cambiaron los días y les pregunté que me quedaba más cerca Álamos y me dijeron que me apuntarían para un posible cambio, pero me queda mucho más lejos”, reconoció.