La Comisión Estatal de Aguas (CEA) realiza un estudio para detectar en qué lugares de la Zona Metropolitana se presenta el mayor número de fugas y así iniciar con la colocación de los sensores que recibirán este mes de manera gratuita desde Inglaterra, informó Luis Alberto Vega Ricoy, vocal ejecutivo de la paraestatal.
“Eso va bien; creo que vamos a iniciar en este mes, pero no han llegado de Inglaterra. Como son donados, no podemos presionar de más; en enero tenemos planeado hacer un lanzamiento de este sistema, lo cual puede ser un Café con Kuri”, indicó el funcionario estatal.
Agregó que a pesar de que no sabe cuántos sensores les enviarán de manera gratuita, la intención es trabajar sobre 350 kilómetros de tuberías en la zona metropolitana.
“Ahora estamos trabajando en Cadereyta, pero en la zona metropolitana vamos a trabajar en ubicar los lugares en donde más fugas haya”, argumentó Luis Alberto Vega Ricoy.
Anteriormente había mencionado que la CEA estaba en pláticas con el fabricante de la red de detección de fugas de agua potable, que se instalaría en el estado de Querétaro.
Comentó que el sistema de detección de fugas, conocido como Doppler, tiene como objetivo detectar la fuga cuando ésta inicia debajo de la tierra, y no cuando ya es visible en la superficie. Para esto se llevaron a cabo diversas pruebas antes de su puesta en marcha.
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El vocal ejecutivo indicó que de los 4 mil litros de agua por segundo que son suministrados en la zona metropolitana de Querétaro, se desperdicia el 40 por ciento.
Precisó que las razones principales de ese desperdicio son por fugas, clandestinaje y por el mal uso que se hace del líquido, lo que se pretende trabajar en la recuperación de un 20 por ciento de caudales.