Los jóvenes queretanos, identificados como la "generación de cristal", están al límite de un colapso emocional, debido a la sobreprotección y la dependencia tecnológica, agravada durante la pandemia de Covid-19.
Paulina González López, de la Universidad Tecnológica de Querétaro (UTEQ), reveló la fragilidad emocional de la llamada "generación de cristal", en las que destacó cómo los jóvenes de hoy enfrentan una crisis sin precedentes.
Dicha generación, cuyo estudio fue realizado con jóvenes nacidos entre el año 2000 y 2010, está siendo arrastrada hacia una espiral de ansiedad y depresión. El estudio dio a conocer que el aislamiento durante la pandemia ha exacerbado aún más sus problemas de salud mental, dejándolos vulnerables.
"Esta generación fue criada en una burbuja de sobreprotección y comodidades tecnológicas, carece de la resiliencia necesaria para enfrentar los desafíos del mundo. Además, la falta de habilidades sociales y el aislamiento digital los han dejado incapaces de relacionarse con el mundo exterior".
Con la participación de 20 mujeres y 10 hombres, todos jóvenes entre 20 y 24 años de edad, este estudio desentrañó una situación complicada, a decir de González López. La investigación, realizada en la Universidad Tecnológica de Querétaro, expuso que el 15% de los participantes estaban lidiando con el peso de responsabilidades laborales, académicas y familiares, incluyendo el cuidado de hijos.
Además, gran parte de estos jóvenes habían experimentado una educación virtual durante la pandemia de Covid-19, dejando profundas cicatrices en su salud mental. Los resultados fueron: altos niveles de estrés, ansiedad y depresión plagaron a esta generación, llevándolos al borde del colapso emocional.
Asimismo, el rechazo y el estigma social hacia la generación de cristal están en aumento, con generaciones mayores catalogándolos como "inútiles" y "sensibles". Sin embargo, los jóvenes queretanos de hoy luchan por hacer oír su voz, desafiando las expectativas y demandando un cambio en la forma en que son percibidos.
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Los hallazgos también revelaron que, a pesar de enfrentarse a desafíos monumentales, la generación de cristal muestra resistencia y determinación. A través del estudio, se descubrió que muchos de estos jóvenes están buscando ayuda profesional para abordar sus problemas de salud mental, desafiando así el estigma asociado con la búsqueda de tratamiento psicológico.
"Este estudio arroja luz sobre la urgente necesidad de brindar apoyo y comprensión a la Generación de Cristal. Si no se toman medidas ahora para abordar sus necesidades y desafíos, corremos el riesgo de perder a una generación entera de jóvenes talentosos y prometedores".
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