La falta de educación sexual es uno de los motivos recurrentes por los que menores de 18 años se enfrentan a embarazos inesperados, advierten tanto la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en México (Ddser), en Querétaro y Vida y Familia, A.C. (Vifac).
Este 26 de septiembre, se conmemora el Día Nacional para la Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes con la intención de sensibilizar sobre este problema de salud pública, ya que, el embarazo en menores de edad puede representar una situación de riesgo durante la gestación y el parto.
Según cifras de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) en el 2009, el inicio de la actividad sexual de las mujeres en Querétaro fue de 18 años en promedio; sin embargo, solo un 18.9%, reconoce haberse protegido en su primer encuentro sexual.
De acuerdo con estos datos, en Querétaro, el 65.2 % de las mujeres en edad fértil, tuvieron un embarazo planeado, el 26.5% no lo planeó y el 8.3% fue no deseado.
COMÚN, FALTA DE INFORMACIÓN
Valentina Oviedo es directora de Vifac Querétaro, una organización que atiende y capacita a las mujeres en situación de vulnerabilidad que tengan un embarazo inesperado y que, al año, llegan a recibir, en promedio, a 60 mujeres desde los 18 a 27 años, aunque han tenido rangos desde los 12 hasta los 40 años de edad.
De acuerdo con Oviedo, no son frecuentes los casos que llegan a la asociación de menores de edad que tienen un embarazo inesperado, sin embargo, reconoce que un 20% tienen un embarazo como resultado de un abuso sexual.
Además, abunda, han identificado como constante, la falta de información sobre educación sexual.
“La falta de educación sexual es muy común o nos expresan que, sí han recibido educación sexual, quizá en secundaria, y hablan de un método de educación sexual donde les dicen, si ténganlo y estos son los métodos anticonceptivos, que, en su momento no son utilizados o por estar con una pareja digamos estable, no los utilizan, pero al embarazarse, la pareja no continúa el apoyo”, señala.
Oviedo apunta que, para Vifac, la consecuencia de cualquier relación sexual es un embarazo, por lo que promueven una educación basada en la “abstinencia, el autocontrol, la autoestima y el auto desarrollo”.
ALERTAN DE PREJUICIOS
Sin embargo, a diferencia de Oviedo, Lluvia Cervantes, coordinadora de la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en México (Ddser), expresa que, la educación sexual debe de alejarse de “prohibiciones” y entender que la sexualidad no son solo “prácticas penetrativas” que conllevan a un embarazo.
La activista apunta que, en el Hospital de Especialidades del Niño y la Mujer, el 15% de los partos que se atendieron del 2018 al 2019, fueron de menores de 19 años.
En este sentido, alertó que, al identificarse casos de embarazos en adolescentes o niñas, existen probabilidades de que asocien a abusos sexuales, así como a la falta de acceso de los jóvenes al ejercicio pleno de sus derechos sexuales y reproductivos.
Lluvia apunta que debe actualizarse la educación sexual a los menores, ya que prevalece, una visión adultocentrista, en donde no se considera a los jóvenes como personas con capacidad de construir autonomía, lo que se conjuga con prejuicios sobre la sexualidad, al solo abordar contenidos relacionados con la menstruación, nombrar a los genitales o considerar que la sexualidad es solo la práctica que deriva en un embarazo.
“Hablar de infecciones de transmisión sexual o en muchas ocasiones, también de embarazo, está rodeado de lo terrible que te va a pasar si tienes vida sexual activa (…) eso evidentemente conlleva que el inicio de la vida sexual activa, que no se puede evitar, va a ir acompañado de miedo, de falta de información de cómo cuidarse”, advierte.
ALERTAN RIESGOS
Aunque existen iniciativas locales para incluir la educación sexual en los contenidos educativos, Lluvia señala que, aunque este tipo de propuestas son loables, el incluir información sobre sexualidad ya es una obligatoriedad en la ley.
Sin embargo, advierte, actualmente, se observan intenciones de limitar los contenidos educativos sobre la sexualidad.
“Lo que estamos viendo son iniciativas para tratar de frenar la información de las mujeres o para tratar de criminalizar aún más (…) esto es un odio absoluto a las mujeres y una percepción de que las mujeres no tenemos derechos cuando tenemos un embarazo”, lamentó.
