Desde Iztacalco, Ciudad de México, los últimos de una generación de fieles a la Santa Cruz hacen acto de presencia para el Levantamiento del Frontal a la entrada del templo, como ofrenda luego de 50 años que como agrupación tienen viniendo a Querétaro.
Jesús Aguilar Galicia y Pablo Huescas González son los últimos sobrevivientes de una tradición año con año en la realización de una ofrenda a la Santa Cruz, la que trasladan desde la capital del país.
"Venimos del pueblo de Iztacalco, en la CDMX, y allá es una tradición al empezar la festividad patronal de dar esta ofrenda, y tiene su significado de que pase la gente espiritualmente. En esta situación somos una docena de personas", refirió Huescas González.
Explicó que los integrantes del grupo han ido falleciendo poco a poco, quedando básicamente todo en sus manos, lo que dificulta cada vez más la operatividad en la construcción y traslado del frontal, sin que haya "herederos" que continúen con la tradición.
"En otros años aquí lo trabajo en Querétaro, pero ya muchos se nos adelantaron, prácticamente estoy solo y ya me cuesta trabajo. Éramos un buen equipo, pero ya no. Jesús Aguilar es también de nosotros. Fueron muchos. Ya nada más quedamos nosotros".
Jesús Aguilar, en tanto, indicó que también es de los pocos sobrevivientes de esta tradición, pues al no tener hijos no hay a quien trasladarle la responsabilidad de continuar con esta práctica. La tradición inició con sus padres y probablemente se quede con ellos.
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Mencionó que para la realización de la portada completa fue de semana y media, con un costo aproximado de 90 mil pesos, hecha con 30 millares de flores, caja y media de escarcha, placas de unicel, cemento y demás materiales, trasladada por partes.
Para ambos, venir cada año a Querétaro es parte de una manda personal, un compromiso como herederos de una tradición, que se realiza incluso ante la comunidad, para en cada acto celebratorio en septiembre presentarse con la ofrenda y pedir por los que se ya se fueron, aunque no del todo.