Los soldados de la rotativa Constituyentes

Ellos son uno de los mayores símbolos de nuestra profesión

Donna Oliveros|Diario de Querétaro

  · domingo 31 de mayo de 2020

Foto: Gerardo Tavarez|Diario de Querétaro

Desde hace 57 años, cada noche los “Soldados de la tinta y el papel”, como llama la fotoperiodista Miriam Martínez a los compañeros de la rotativa Constituyentes de Diario de Querétaro y El Sol de San Juan del Río (19 de mayo del 2019), cumplen con el último eslabón del proceso de comunicación: la impresión de nuestro periódico.

Con una técnica perfeccionada a lo largo de más de medio siglo, desde que la rotativa Constitución que se encontraba ubicada en Escobedo 65, los trabajadores pasan a tinta el día a día de un Querétaro que pareciera transformarse con cada vuelta de hoja.

Son ellos quienes dejan de lado cumpleaños y otras celebraciones personales para cumplir su labor insustituible de producir los miles de ejemplares que se imprimen en nuestra sede de Constituyentes 122 y que se distribuyen en todo nuestro estado.

Ellos son uno de los mayores símbolos de nuestra profesión y con religiosa vocación todos los días se entregan al ritual de preparar las planchas de impresión, a extraer el papel en rollos que pesan hasta 500 kilos para imprimir en rodillos los cuatro colores del proceso offset en ese gigante que es nuestra rotativa Constituyentes, instalada en noviembre del 2007 al inaugurarse nuestra actual casa en la ciudad de Querétaro.

Los pilotos de esa nave que es nuestra Constituyentes son los jefes Martín Pacheco Trejo y Hugo Trejo González, Gustavo Aburto López, Everardo Argueta Hernández, Guillermo Cruz Morales, Antonio Ferrer Villegas, Eric Jonathan González, Eduardo Daniel González, Daniel Hernández García, Luis Gabriel Munguía, Juan Eric Pérez Bustos y Edgar Omar Torres López.

Nuestros compañeros prensistas son los herederos y dignos representantes de un oficio que tiene raíces en el siglo XV y que nunca, ni ahora con la digitalización del proceso de comunicación, ha dejado de evolucionar; un oficio duro de llevar y que para colmo tiene los peores horarios.

Con su característico humor, Velazco ha dejado una huella imborrable en la historia de El Sol de San Juan del Río y el periodismo local.

A ellos y a los que les antecedieron en estos 57 años les debemos mucho. Su labor, siempre sacrificada, consiste nada menos que en materializar la narración de los hechos y del pensamiento. Por ello sus compañeros hoy les rendimos homenaje y les decimos ¡MUCHAS GRACIAS!

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