En la Catedral queretana se llevó a cabo la celebración de la Misa de la Cena del Señor, con la cual se conmemora la Eucaristía y el sacerdocio, misma que fue auspiciada por el obispo de la Diócesis de Querétaro, Fidencio López Plaza, quien además realizó el lavatorio de pies, como parte de las festividades de Semana Santa.
En este Jueves Santo, a partir de las cinco de la tarde, decenas de feligreses se reunieron a este acto previo al Viacrucis, donde la Iglesia Católica celebra los grandes misterios de la redención humana, donde se recuerdan los actos de La última cena que Jesús mantuvo con sus 12 discípulos.
“El Señor es la cabeza y nosotros somos el cuerpo, pero el Jueves Santo conviene tener en claro que la misa es más profunda y sentida y plena cuando guardamos las palabras principales: tomen y coman todos pues este es mi cuerpo, que será entregado por ustedes. Esas palabras son el contenido y la forma de nuestra vida cristiana”, declaró el obispo durante la homilía.
Después del acto inicial, el obispo realizó el lavatorio de pies ante 12 personas formadas de seis en seis en el presbiterio de la Catedral, para posteriormente realizar este acto que Jesucristo hizo durante la Eucaristía, según los relatos bíblicos, como un acto de vocación que tiene la Iglesia, los fieles, al servicio de los más necesitados.
“Nosotros vamos a nuestras familias, lugares de trabajo, donde quiera que nos encontremos con la conciencia y la misión de entregar el cuerpo y sacrificarnos por los demás a la manera de Jesús, es así como se adquiere el sentido de la vida y Eucaristía se vuelve no una costumbre, sino una verdadera necesidad”.
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Al finalizar la Misa de la Cena del Señor, se realizó la bendición del signo que se mantendrá durante la tarde y noche del Jueves Santo para la oración y como parte del recorrido de las Siete Iglesias que inicia posterior a esta misa, dando por finalizados los actos litúrgicos correspondientes a este día.
