/ sábado 23 de marzo de 2024

"Patos Kawaii" son queretanizados

Diadema de la muñeca emblema del estado ahora es usada en nuevo souvenir


Algo innovador para los visitantes el Centro Histórico de Querétaro es la presentación venta de los llamados “Patos Lelé”, que comercian los vendedores de artesanías, principalmente en el Jardín Zenea.

Su costo es de 40 pesos, por el hecho de colocarle la diadema de la muñeca famosa. Y aunque muchos son los que preguntan, de repente uno que otro se anima y lo compra, de acuerdo con Fidel, quien se dedica a vender mercancía artesanal en el mencionado lugar.

Al preguntarle de quién fue la idea, dijo que no sabe, pero que, entre la plática con algunos otros comerciantes del Centro Histórico, alguien hizo el comentario como para mostrar algo novedoso a los visitantes.

“No puedo darlo más baratos, porque el pato lo compro en 18, más unos 10 por el material y el trabajo de la diadema, ya son 28; lo demás es mi ganancia”, comentó el hombre quien tiene su puesto en la banqueta del Jardín Zenea, del lado de la calle Corregidora.

Y es que a pesar de no vender “Patos Lelé” todos los días, afirmó que de repente entre las personas que preguntan por el precio, uno que otro visitante se los lleva. “Es mucha la gente que pregunta por ellos, porque les atrae el adorno que le ponemos en la cabeza”.

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Mencionó que ya sólo quedaban unos 15 patos, porque no le han llevado la mercancía, al argumentar que él no los hace, sino que hay otras personas que se dedican a su elaboración y solamente los distribuyen entre los vendedores.



Algo innovador para los visitantes el Centro Histórico de Querétaro es la presentación venta de los llamados “Patos Lelé”, que comercian los vendedores de artesanías, principalmente en el Jardín Zenea.

Su costo es de 40 pesos, por el hecho de colocarle la diadema de la muñeca famosa. Y aunque muchos son los que preguntan, de repente uno que otro se anima y lo compra, de acuerdo con Fidel, quien se dedica a vender mercancía artesanal en el mencionado lugar.

Al preguntarle de quién fue la idea, dijo que no sabe, pero que, entre la plática con algunos otros comerciantes del Centro Histórico, alguien hizo el comentario como para mostrar algo novedoso a los visitantes.

“No puedo darlo más baratos, porque el pato lo compro en 18, más unos 10 por el material y el trabajo de la diadema, ya son 28; lo demás es mi ganancia”, comentó el hombre quien tiene su puesto en la banqueta del Jardín Zenea, del lado de la calle Corregidora.

Y es que a pesar de no vender “Patos Lelé” todos los días, afirmó que de repente entre las personas que preguntan por el precio, uno que otro visitante se los lleva. “Es mucha la gente que pregunta por ellos, porque les atrae el adorno que le ponemos en la cabeza”.

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Mencionó que ya sólo quedaban unos 15 patos, porque no le han llevado la mercancía, al argumentar que él no los hace, sino que hay otras personas que se dedican a su elaboración y solamente los distribuyen entre los vendedores.


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