Odios, rencores y sentimientos de venganza son ataduras queimpiden a los fieles vivir la espiritualidad de la comunión ypueden estar presentes tanto en el hogar como en el trabajo,lamentó el subdirector espiritual de la columna masculina deperegrinos a pie de Querétaro al Tepeyac, Luis Salas.
En su homilía, explicó que la sencillez resulta un elementoindispensable para la espiritualidad de la comunión, con ella lahermandad y por tanto la unidad.
Sostuvo que se trata de requisitos básicos para fortalecerfamilia, comunidad e Iglesia, punto en el que lamentó que hayfamilias en las que existen las rencillas.
Sostuvo que Moisés y San Juan Dieguito son ejemplo de humildad,pues el primero se quitó las sandalias para recorrer el camino enel que vería a Jesús, mientras que el segundo, se creía indignode cumplir los designios de la Virgen, pero logró la edificaciónde la Basílica que finalmente logró la unidad de la que es hoy lanación mexicana, pues en ese entonces el pueblo vivía enrencillas, venganzas y divisiones, que se detuvieron tras lamilagrosa aparición, con la que inició la gran obra de unidad delpueblo.
“Dios realmente quiere tomarte como instrumento para launidad, no para la división… el espíritu de Satanás viene adividir… la espiritualidad de la comunicación quiere decir serdóciles al Espíritu Santo para que seamos instrumentos de unidady no de divisiones”.
Enfatizó que todo egoísmo, envidia, orgullo genera división,mientras que los seres humanos requerimos unidad, al interior de lafamilia, el trabajo y la parroquia.
Apuntó que consolidar el proceso de evangelización mediante lavivencia de la espiritualidad de la comunión es uno de los retosde la Diócesis, por lo que es momento de ir poniendo todo lo quevivimos en las manos de Jesucristo, por medio de María.
Urgió ver en “el otro” lo más positivo, no lo negativo,pese a la tendencia humana de criticar a los demás y por último,resaltó la necesidad de que la Iglesia sea, tal como llama elPapa: una escuelita de la unidad, pensamiento que, insistió,también se debe replicar en los hogares y lugares de trabajo.