SAO PAULO, Brasil. Los conflictos entre grupos ambientalistas y sectores que promueven la deforestación y la minería ilegal en Brasil están en ascenso, según el Instituto Chico Mendes para la Biodiversidad (IMCBio).
“Este año la situación está más intensa justamente porque hay movimientos políticos parlamentarios que incluso quieren revertir demarcaciones de unidades de conservación”, dijo la asesoría de comunicación de esta organización.
El Instituto Brasileño del Medio Ambiente y el IMCBio realizaron una operación conjunta la semana pasada contra la minería ilegal en el río Madeira, que cruza la ciudad y es uno de los mayores de la Amazonía brasileña. En total, aprehendieron y quemaron 40 balsas utilizadas en minería ilegal, procedimiento comprendido en la legislación brasileña.
En respuesta, se cree que los perjudicados atentaron contra estas instituciones: este fin de semana un barco y la sede de ambos institutos en Humaitá, ciudad amazónica al noroeste del país, fueron incendiados como supuesta retaliación.
“Fue terrorismo”, dijo el superintendente del Ibama en Amazonas, José Leland Barroso, en entrevista con una televisora local.
El ataque comenzó el viernes. Además de los edificios en llamas, imágenes de tumultos y conflictos contra fuerzas de seguridad en esta ciudad de casi 50 mil habitantes circularon en redes sociales.
Otros ataques similares fueron registrados este año en venganza contra las operaciones del IMCBio para detener el avance de la deforestación ilegal en la región.