En las crisis que sacuden al mundo, Rusia lidera las discusiones en la ONU

En los últimos meses, los rusos se destacaron a menudo guiando los debates o negociaciones en su beneficio

AFP

  · jueves 3 de febrero de 2022

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Ucrania, Siria, Libia, Sudán, República Centroafricana, Malí... Rusia juega un papel protagonista en el Consejo de Seguridad de la ONU, tanto en grandes como en pequeños asuntos y en un contexto de aparente pasividad de Estados Unidos.

Paradójicamente, Moscú tiene poca influencia en el panorama económico mundial o en su contribución financiera a la Organización de las Naciones Unidas, muy por debajo de la de Estados Unidos, la Unión Europea o China.

"La mayor fortaleza de Rusia es que no tiene vergüenza de patear el tablero diplomático de la ONU cuando quiere", dijo Richard Gowan, especialista de la ONU, del centro de reflexión International Crisis Group.

"A diferencia de China, que siempre intenta evitar meterse en grandes peleas en Nueva York, Rusia usa su poder de veto en el Consejo de Seguridad aunque ofenda a la mayoría de los demás miembros", agregó en declaraciones a la AFP.

Sin embargo, Bertrand Badie, profesor de relaciones internacionales en París, estimó que "Rusia sufre un rápido y brutal déficit de poder que hace incierto su juego internacional", cuando el "equilibrio" de la Guerra Fría "ha desaparecido en favor de una fuerte asimetría".

Pese a que Moscú no pudo evitar la celebración de una reunión el lunes del Consejo de Seguridad sobre la crisis de Ucrania -diez de los 15 miembros votaron a favor-, no hubo un frente unido contra Rusia y sus invectivas con Estados Unidos marcaron la recurrente parálisis del organismo responsable de la paz y la seguridad mundial.

En diciembre, Rusia vetó una resolución que establecía por primera vez un vínculo entre la seguridad internacional y el calentamiento global. China, en cambio, optó por la abstención.

El lunes, la amenaza de un veto ruso sobre el expediente libio llevó a la ONU a prolongar solo tres meses su misión en Trípoli, dando lugar a una exigencia rusa de sustituir pronto al enviado estadounidense de la ONU.

- Estrategia "perturbadora" para occidente -

A los rusos "no les importa" estar aislados, dice un diplomático.

El uso del veto por parte de Rusia no es nuevo. En el caso del conflicto en Siria, Moscú lo utilizó desde 2011 unas quince veces.

Sorprende el papel central de Rusia en una serie de cuestiones, incluidas las marginales. Moscú bloquea desde agosto al grupo de expertos que monitorea el embargo de armas en la República Centroafricana con el argumento de que su nacionalidad no les permite ser imparciales.

La intervención de Rusia en todas partes, tanto diplomática como militarmente, con mercenarios del grupo ruso Wagner en Ucrania o en África (Libia, República Centroafricana, Malí, Mozambique, etc.) revela una estrategia "ideológica", "muy política" y "perturbadora", valoran varios embajadores occidentales bajo condición de anonimato.

Sin embargo, Moscú niega buscar permanentemente la confrontación en el escenario internacional o en las negociaciones en el seno del Consejo de Seguridad.

"Quisiéramos cooperar con Estados Unidos en una gama mucho más amplia de cosas", dijo el embajador ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia, en una conferencia de prensa el martes.

"Nosotros no elegimos restringir esta cooperación solo a áreas donde tenemos intereses comunes, o donde Estados Unidos tiene sus propios intereses", agregó.

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Nebenzia, que asume en febrero la presidencia rotativa del Consejo de Seguridad, algo que le permite controlar la agenda, elogió los expedientes en los que ambos países trabajan juntos, como Irán o Afganistán.

A diferencia de Moscú, Estados Unidos muestra poca iniciativa en la ONU para contrarrestar el poder ruso.

Según Bertrand Badie, los estadounidenses "paradójicamente tienen mucho interés en tocar la misma partitura" que Rusia, aun cuando "puede ser peligroso tocar una partitura obsoleta" de la Guerra Fría.

Después de "una serie importante de reveses" desde la caída del Muro de Berlín en 1989 (Somalia, Irak, Afganistán, Siria, Irán, Venezuela, China...), Estados Unidos "necesita recuperar su credibilidad como superpotencia, o incluso hiperpotencia" y, frente a una Rusia con "medios limitados", busca "demostrar que Washington todavía tiene músculo", indicó el experto.