Washington, Estados Unidos | AFP.- Parlamentarios republicanos irrumpieron en una audiencia a puertas cerradas en la que declaraba un testigo y se negaron a abandonar la sala, furiosos por haber sido dejados de lado en la investigación sobre el presidente Donald Trump.
Más de 20 parlamentarios invadieron una de las salas de reuniones seguras del Capitolio, conocidas como SCIF, demorando el testimonio de una funcionaria del Pentágono, quien comparecía como testigo de la investigación impulsada por los demócratas sobre el presunto un abuso de poder cometido por Trump. El presidente habría presionado al presidente de Ucrania para que investigue a su principal rival para las elecciones de 2020, Joe Biden, y a su hijo Hunter.
El acceso no autorizado a una SCIF -espacios diseñados especialmente para impedir el espionaje con dispositivos electrónicos- es una violación al reglamento de la Cámara de Representantes.
En la embestida, los republicanos ingresaron a la sala con sus teléfonos celulares, lo que generó preocupación porque constituye una vulneración grave a las normas de seguridad.
Aparentemente, algunos de esos parlamentarios incluso publicaron mensajes en sus cuentas de la red Twitter desde el interior de la SCIF, donde se encontraba declarando Laura Cooper, funcionaria del departamento de Defensa responsable de la política para Ucrania.
"ÚLTIMA HORA: Lideré a 30 de mis colegas hasta la SCIF donde [el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes] Adam Schiff toma testimonios para el impeachment de forma secreta. Aún dentro - siguen más detalles", escribió en Twitter el representante republicano Matt Gaetz, un aguerrido defensor de Trump y sus políticas.
Los demócratas calificaron la irrupción como una maniobra publicitaria.
Todos los integrantes de los tres comités que llevan adelante la investigación, que es parte del proceso del juicio político en contra del presidente, tanto demócratas como republicanos, están autorizados a presenciar los testimonios e interrogar a los testigos.
Alex Mooney, uno de los parlamentarios que ingresó a la SCIF con Gaetz, dijo en una grabación de audio disponible en internet que, cuando Schiff los vio, "tomó al testigo y salió de la sala, porque se niegan a realizar una audiencia de un modo transparente".
Los republicanos que se oponen al juicio político parecen haber acordado una nueva estrategia para combatirlo: atacar al proceso en sí mismo, alegando que es inválido porque la Cámara baja no votó a favor del inicio de una investigación con ese fin, y que el mecanismo carece de transparencia.
La protesta republicana ocurre dos días después de que Trump alentara a su partido a "ponerse más duros y pelear" contra la investigación.
Stephen Lynch, congresista demócrata, dijo que los republicanos buscaban la "disrupción" de la audiencia para enfocarse en el proceso en vez de hacerlo en la sustancia de las declaraciones del testigo.
Quieren "ejercer un derecho que no existe", dijo Lynch a la CNN.
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