Ya quedó aprobada en el Senado de la República la reforma a la ley de industria eléctrica y sin duda será una lápida para la generación de energías limpias en México.
Sol, viento, tierra y mar, México es un país rico en recursos ambientales que representan una fuente importante de energías naturales, inagotables y limpia, estas energías también son conocidas como "renovables” y con la reforma a la industria eléctrica se les da la espalda; Querétaro, tiene rayos de sol que serán desperdiciados seguramente.
Nuestro país tiene un gran potencial renovable, que además ya lo quisieran otros países; somos privilegiados en recursos renovables, no se diga en energía solar; México pertenece al cinturón solar que son los países que tienen mayor irradiación solar en el mundo.
Energía solar, eólica, generada por el viento, geotérmica, generada por el calor del interior de la tierra, energía por biomasa que surge de la materia orgánica animal o vegetal, energía hidráulica o hidroeléctrica generada por las corrientes de agua dulce o ríos, entre otras.
Las energías renovables o "limpias" ofrecen diversas ventajas; por ejemplo, su fuente es inagotable y no dañan al medio ambiente; su producción es mucho más barata que las energías fósiles como el petróleo, gas o carbón, que además de contaminantes son el principal responsable del cambio climático.
Seguramente el recibo de luz doméstica no aumentará pero es posible que la luz faltará ante el rechazo a la competencia y la dificultad para los generadores privados de poner producto en el mercado.
De acuerdo con la organización ambientalista Greenpeace más del 40 por ciento de los hogares del país están en situación de pobreza energética, que significa que no cuentan con los recursos energéticos necesarios para satisfacer sus necesidades básicas o destinan una parte elevada de sus ingresos a este rubro (comercial) su mayor fuente de energía y economía; la apuesta del gobierno, en detrimento de la economía, el medio ambiente y el futuro de millones de mexicanos.
De rebote
Así como sucede en Tequisquiapan, el gobierno municipal de Colón también se deja llevar por el viento y ahí no pasa nada, solamente esperan que esto acabe para retirarse a casa con la intranquilidad de no hacer nada.
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