/ miércoles 23 de octubre de 2019

La Grabadora

Ojalá ya hayan visto en redes sociales los videos que contienen la violencia desatada el pasado domingo en el estadio Alfonso Lastra en San Luis Potosí. Todo sucedía a pocos segundos que se cumpliera el minuto 85. El evento era el partido de futbol entre el Atlético se San Luis que recibía en casa a los Gallos Blancos de Querétaro.

El escenario vivido en San Luis Potosí no fue una gran sorpresa, ya que si los aficionados de San Luis vienen a Querétaro estalla la trifulca, al igual que cuando los hinchas de los Gallos visitan al Atlético siempre sucede los mismo; además de las agresiones entre porras, aumente las pedradas que reciben los camiones o los vehículos particulares en que se trasladan, ya sea a Querétaro o a San Luis Potosí, agregue los descalabrados que son víctimas de los que tienen mala puntería o mala leche.

Fue una verdadera batalla campal entre las porras de los dos equipos que obligó al árbitro a suspender el partido ante la violencia que se salió de control en las tribunas, obligando a aficionados que iban con su familia a saltar a la cancha para protegerse de la agresión.

Hay videos donde podemos ver a quienes fueron con sus pequeños a divertirse a un ‘partido de futbol’ no a una batalla campal. Incrédulos, llorando y reflejando miedo y asombro, los niños y niñas, así como papá y mamá los protegían como podían. También, en las imágenes, se ven las caras enajenadas de aficionados que insultan y hasta hubo uno que gritaba ‘mátenlos’.

El escenario vivido en San Luis Potosí no fue una gran sorpresa, ya que si los aficionados de San Luis vienen a Querétaro estalla la trifulca, al igual que cuando los hinchas de los Gallos visitan al Atlético siempre sucede los mismo; además de las agresiones entre porras, aumente las pedradas que reciben los camiones o los vehículos particulares en que se trasladan los seguidores de ambos equipos a las dos ciudades.

Recomiendo a los dueños de equipos de futbol, o de cualquier deporte donde existe violencia en extremo, leer “LA CULTURA DE LA VIOLENCIA EN EL FÚTBOL” Análisis de sus expresiones y medidas para su erradicación, realizado por: Francisco Javier Manrique García. En su largo análisis resalta que en la década de los 80, después de la violencia que se vivió particularmente en el futbol europeo, la FIFA comenzó una gran remodelación en los estadios para que no volvieran a ocurrir este tipo de sucesos, algunas de las medidas fueron eliminar las zonas sin asientos, realizar cacheos, se estableció la evaluación de riesgo en los partidos, instalar cámaras de video, prohibir la venta de alcohol dentro de los recintos así como entrar con objetos que puedan ser usados como arrojadizos entre otras cosas. Por último, se insistió que los clubes dejaran de colaborar con los ultras de sus equipos, esto sigue muy vigente en la actualidad, ya que, muchos equipos siguen teniendo una unión muy fuerte con sus grupos ultras.

OFF THE RECORD…

¿Todo lo escrito hace tiempo se lleva a cabo en todos los estadios en México? ¿Qué se debe hacer para que las barras de apoyo, las porras, de aquí de allá, de acullá no sigan agrediéndose unos a otros y a las familias que solo quieren unos minutos de diversión?

Ignoro quién lo pueda responder, porque la Federación Mexicana de Futbol y los dueños de los equipos no han podido controlar la frecuente violencia en los estadios, digan lo que digan.

Ojalá ya hayan visto en redes sociales los videos que contienen la violencia desatada el pasado domingo en el estadio Alfonso Lastra en San Luis Potosí. Todo sucedía a pocos segundos que se cumpliera el minuto 85. El evento era el partido de futbol entre el Atlético se San Luis que recibía en casa a los Gallos Blancos de Querétaro.

El escenario vivido en San Luis Potosí no fue una gran sorpresa, ya que si los aficionados de San Luis vienen a Querétaro estalla la trifulca, al igual que cuando los hinchas de los Gallos visitan al Atlético siempre sucede los mismo; además de las agresiones entre porras, aumente las pedradas que reciben los camiones o los vehículos particulares en que se trasladan, ya sea a Querétaro o a San Luis Potosí, agregue los descalabrados que son víctimas de los que tienen mala puntería o mala leche.

Fue una verdadera batalla campal entre las porras de los dos equipos que obligó al árbitro a suspender el partido ante la violencia que se salió de control en las tribunas, obligando a aficionados que iban con su familia a saltar a la cancha para protegerse de la agresión.

Hay videos donde podemos ver a quienes fueron con sus pequeños a divertirse a un ‘partido de futbol’ no a una batalla campal. Incrédulos, llorando y reflejando miedo y asombro, los niños y niñas, así como papá y mamá los protegían como podían. También, en las imágenes, se ven las caras enajenadas de aficionados que insultan y hasta hubo uno que gritaba ‘mátenlos’.

El escenario vivido en San Luis Potosí no fue una gran sorpresa, ya que si los aficionados de San Luis vienen a Querétaro estalla la trifulca, al igual que cuando los hinchas de los Gallos visitan al Atlético siempre sucede los mismo; además de las agresiones entre porras, aumente las pedradas que reciben los camiones o los vehículos particulares en que se trasladan los seguidores de ambos equipos a las dos ciudades.

Recomiendo a los dueños de equipos de futbol, o de cualquier deporte donde existe violencia en extremo, leer “LA CULTURA DE LA VIOLENCIA EN EL FÚTBOL” Análisis de sus expresiones y medidas para su erradicación, realizado por: Francisco Javier Manrique García. En su largo análisis resalta que en la década de los 80, después de la violencia que se vivió particularmente en el futbol europeo, la FIFA comenzó una gran remodelación en los estadios para que no volvieran a ocurrir este tipo de sucesos, algunas de las medidas fueron eliminar las zonas sin asientos, realizar cacheos, se estableció la evaluación de riesgo en los partidos, instalar cámaras de video, prohibir la venta de alcohol dentro de los recintos así como entrar con objetos que puedan ser usados como arrojadizos entre otras cosas. Por último, se insistió que los clubes dejaran de colaborar con los ultras de sus equipos, esto sigue muy vigente en la actualidad, ya que, muchos equipos siguen teniendo una unión muy fuerte con sus grupos ultras.

OFF THE RECORD…

¿Todo lo escrito hace tiempo se lleva a cabo en todos los estadios en México? ¿Qué se debe hacer para que las barras de apoyo, las porras, de aquí de allá, de acullá no sigan agrediéndose unos a otros y a las familias que solo quieren unos minutos de diversión?

Ignoro quién lo pueda responder, porque la Federación Mexicana de Futbol y los dueños de los equipos no han podido controlar la frecuente violencia en los estadios, digan lo que digan.

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