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Lleno de creatividad, pasión y amor al talento; Beerot Curjai, artista queretano en entrevista con Diario de Querétaro, platicó de su carrera artística.
“Tengo demonios como todo mundo pero no me enfrasco en una lucha eterna con ellos, he aprendido con el tiempo a manejarlos, sin embargo ellos se ven reflejados de una u otra forma en mi trabajo como artista. Creo que al final el ser que pinta y el que vive es igual en ambas facetas”, dijo.
Cuenta que desde pequeño, fue su primer acercamiento al mundo del arte, cuando sus padres lo llevaron a su primera clase de pintura, siendo esta experiencia la culpable de ahora ser un amante del arte. “Empecé con óleo, como primera técnica, tendría ocho años, en el estudio del maestro Fernando Mejía ahora, hago de todo un poco, me gusta escribir, toco la guitarra un poco, el bajo, me gusta el proceso de crear algo ya sea con tus manos o a través de la pintura es lo que me llena, soy aficionado a la carpintería, al placer qué provoca terminar algo que empezaste desde cero”.
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La primer obra que creó fue un Quijote a sus ocho años de edad; pintura que aún se encuentra en la casa de sus padres. La inspiración de Beerot nace de la soledad, generalmente por las noches “ella duerme y yo me encuentro conmigo y puedo pasar toda la noche pintando y creando”.
Comentó, “La obra que más me ha marcado es la mía, se llama RAGE, es un acrílico sobre papel que refleja mi lado más oscuro y la forma en que mi ansiedad me hace ver el mundo, Y la obra no mía, “Las 32 latas de sopa Campbell “ de Warhol, como mercadólogo de profesión, la considero una genialidad del mkt de los años sesenta”.
“El arte es personal, cada quien lo ve y lo vive desde su perspectiva, si logro provocar las más mínima sensación en una persona me doy por bien servido. Los pintores que han influido en mi vida son Roy Liechtenstein y Andy Warhol, explicó
