Con todas las propiedades que posee este ya llamado superalimento es necesario saber cómo conservarlo y dependiendo del grado de pureza que tenga serán sus cuidados al respecto comenta Anae Miel, quien produce, envasa y distribuye productos apícolas desde 1979, el apicultor evita cosechar miel demasiado húmeda (menos del 18%) y a su decir algunas se pasteurizan para no tener que acatar esta norma, pero al hacerlo degradan sus gustos y sus beneficios.
- MIEL CRISTALIZADA
Esta no tolera temperaturas superiores a los 20 grados porque pueden causar el colapso de su estructura cristalina, se puede conservar en la bodega como los vinos, siempre y cuando no esté demasiado húmeda y el bote esté perfectamente sellado. Se recomienda consumir en un máximo de dos años.
- MIEL LÍQUIDA
Tolera temperaturas más altas, de hecho a decir de la experta lo ideal es almacenarla a unos 25°C para ralentizar su cristalización. Sin embargo, debería consumirse antes, en un plazo de seis meses.
Para que la miel conserve sus propiedades debe mantenerse alejada de la humedad y el calor y especialmente de la radiación UV.
Como tiene antibióticos naturales es un alimento muy estable, pero si se deja demasiado tiempo puede sufrir transformaciones como pasar del estado líquido al sólido. También cambiará la apariencia y hasta el sabor.
¿Qué mieles son líquidas? Fundamentalmente, las que provienen de las flores de los árboles. En cambio, las mieles de las flores silvestres son sólidas. Eso sí, tarde o temprano todas cristalizan porque eso depende de la relación fructosa/glucosa.
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Una pregunta muy frecuente es que si la miel se congela, según la apicola, si se puede, pero no se debe porque pierde sus virtudes, especialmente su contenido de vitaminas y enzimas.