Tiene 72 años y vive en Querétaro desde 1985; por la pandemia ha tenido que encerrarse y dejar de hacer un poco de ejercicio, aunque dedica todos los días un rato para caminar, y desinfecta todo lo que llega a casa; lo que más extraña es no poder ver a los amigos que tiene en Plan Vida.
Tiene 72 años y vive en Querétaro desde 1985; por la pandemia ha tenido que encerrarse y dejar de hacer un poco de ejercicio, aunque dedica todos los días un rato para caminar, y desinfecta todo lo que llega a casa; lo que más extraña es no poder ver a los amigos que tiene en Plan Vida.