Francisco Peña Gutiérrez, mejor conocido como Paco Peña es un fotógrafo que si bien no es queretano de nacimiento, Querétaro ya lo adoptó como su hijo consentido. Maestro de la fotografía de manera nata, ha plasmado a través de sus imágenes momentos que se han convertido en historia.
En entrevista para Diario de Querétaro, el fotógrafo platicó cómo fueron sus inicios y como desde joven este mundo le apasionó.
“En mi casa había una máquina de coser, una máquina de escribir y una cámara de formato medio, entonces yo era muy curioso así que la abrí y pude ver cómo estaba compuesta, como era su diafragma y el obturador. Tiempo después una maestra nos puso de tarea hacer unas cajas negras que eran una imitación de cámara y ahí nació mi gusto por ellas y la fotografía”.
Desde 1976 el artista de la lente llegó a Querétaro como vendedor de una empresa impresora de las más fuertes en el estado y este trabajo después lo convertiría en su propio negocio a través de la publicidad, donde comenzó a trabajar ya con fotografías profesionales para varios consorcios como Mabe, “en algún momento esta empresa comenzó hacer un periodiquito y yo les hacía la fotografía”, cuenta.
“La fotografía para mí ha sido parte de lo que imagino, la cámara es una herramienta nada más, el verdadero arte está en convertir la imaginación en una imagen que se queda grabada, tal vez para la posteridad”.
Paco recuerda que inició a los 12 años con una camarita que adquirió en un negocio de importaciones japonesas que estaba por su casa, “adquirí una cámara pequeña como las reflex que hay ahora, medía como 5 centímetros, manejaban un rollo de 110 y de ahí salían como 12 o 16 fotografías máximo, las tomaba y ahí mismo en la tienda las revelaba”, cuenta nostálgico.
Con el tiempo Paco fue formando su estudio donde revelaba en aquel recordado cuarto obscuro, pero también hacia revelado de color. El creativo comenta que si bien con el paso del tiempo la tecnología ha cambiado y muchos están en contra, para él la digitalización es un acierto. “Antes con las cámaras antiguas podías controlar únicamente la velocidad y la abertura, que si bien es lo más importante, ahora ya tienes más opciones para tomar cosas que antes eran muy difíciles; por ejemplo hoy en día se puede fotografiar la vía láctea con cualquier cámara digital y creo que eso hace una gran diferencia”.
Paco cuenta que si bien no está peleado con la tecnología y los avances que hay hoy en día, las cámaras manuales de antaño son sin duda las que forman y enseñan pues se necesita mucho control. “La diapositiva es lo que te forma, ahí no puedes recortar absolutamente nada, debes cuadrar, medir la luz y ver que todo esté perfecto antes de disparar, ese control que un fotógrafo debe tener con todos sus elementos es lo que hace la diferencia”.
“Antes era muy común cargar con el tripie y la cámara en la cual tenías un rollo de 24 máximo 36 fotografías, así que debías pensar mucho antes de disparar. No había la instantaneidad de ahora, había que mandar a revelar, en mi caso muchas veces tenía que enviar al entonces Distrito Federal mis diapositivas, entonces podía pasar un mes antes de tener el material".
De sus gustos a la hora de plasmar, el artista de la cámara refiere que le gusta el color, jugar con el tiempo y el espacio. “Me gusta plasmar todo lo que se mueve y lo que no también”, dice divertido.
La vida la plasma en momentos, “hace muchos años una amiga me envió una tarjeta de esas que traen pensamientos el cual me impactó, pues decía que cuando viajas por el mundo en busca de la belleza, jamás la encontrarás si no la llevas contigo. La fotografía es igual a lo que tenemos dentro, los viajes, las vivencias, el amor, el desamor. Hoy es muy fácil tomar una fotografía lo verdaderamente difícil sigue siendo lo mismo tratar de expresarte a través de una imagen”.
Al cuestionarlo si aún le falta algo por fotografiar Paco comenta que si, que siempre hay algo más que plasmar y que muchas veces no son cosas, paisajes o algo específico, son solo momentos los cuales hacen de esa imagen un momento muy especial.
Finalmente Paco Peña aconseja a los jóvenes que comienzan en este maravilloso mundo que hay que aprender “yo mismo sigo aprendiendo todos los días; no porque sintamos que somos expertos por manejar ciertos formatos o archivos, exponer en cero quiere decir que sabemos todo. Siempre hay que continuar desarrollando habilidades, cada área de la fotografía implica compromiso, estudio y mucha dedicación”.
