Un sencillo aliado para evitar el exceso de grasa en la piel son los cubos de hielo y estos se han convertido en los favoritos de muchas que cuidan su cutis gracias a su alta efectividad y rapidez con la que podemos realizarlo.
Si lo que deseamos es potenciar los beneficios de los cubos de hielo, podemos agregarles ingredientes naturales que aportan suavidad e hidratación a nuestro rostro, por lo que solo necesitamos un poco de jitomate, pepino y agua.
Primero tenemos que lavar, pelar y picar el pepino en pequeños trozos y lo mismo con el tomate, agregamos los dos ingredientes a la licuadora junto con poca agua y vertimos nuestro preparado en un molde para cubos de hielo y ponemos en el congelador.
Cuando los hielos estén listos, ocupamos un par y comenzamos con nuestro tratamiento facial, en un paño o tela delgada, envolvemos los cubos de hielo para no aplicarlos directamente en el rostro y comenzamos a frotarlos con movimientos circulantes por un par de minutos, especialmente en zonas que tienden a engrasarse fácilmente.
Con esto, cerraremos poros abiertos, evitamos la aparición de puntos negros y espinillas, combatimos y prevenimos arrugas, rejuvenece la piel, estimula la circulación sanguínea, disimula ojeras y desinflama la hinchazón.