Clavada en la calle de Madero esquina con Allende, se encuentra una de las casonas más emblemáticas de Querétaro y con una arquitectura barroca innegable, "La Casa de la Marquesa", que a decir del cronista Eduardo Rabell, aunque se le atribuye a la Marquesa doña María Josefa Paula Guerrero Dávila Moctezuma y Fernández del Corral, ella ni siquiera vivió en el lugar.
Si visitas Querétaro no puedes dejar de conocer este maravilloso lugar, donde además podrás hospedarte y sentirte parte de la realeza de 1756, donde a decir de la vox populi, alguna vez pernoctó Agustín de Iturbide, "en su diario personal de Iturbide se sabe que en Querétaro estaba en el Hostal de la Alameda, sin embargo tal vez en alguna ocasión tras una velada y pasado de copas, pudo pasar la noche en el lugar" refiere Rabell. Como sea visitar el sitio es sin duda toda una experiencia desde que entras por su imponente puerta donde se expresa el estilo herreriano en el marco del portón sobrio y elegante con un exquisito trabajo de cantería y llegas al vestíbulo donde se encuentra la recepción y el restaurante misma que ahora ofrece desayunos de la gastronomía típica queretana.
Al fondo se ve la escalera cubierta de azulejos y con pasamanos forjados en filigrana, donde llega a la segunda planta qué hoy en día tiene diversas habitaciones con el nombre de "La Alhambra", "Don Manuel", "Doña Josefa", "Maximiliano y Carlota", "El Salón de la Corona", entre otros, cada uno con su esencia, pero todos con el confort necesario para hacer de la estadía de sus huéspedes una grata experiencia.
En su segunda planta se encuentra la capilla, se dice que en sus orígenes este pequeño lugar debió tener un retablo dorado y hoy en día conserva la imagen de la Virgen de Guadalupe, misma que se mantiene iluminada por la luz que penetra de la ventanilla ochavada que adorna el poético.
Entre balcones y la terraza el lugar mantiene una espléndida vista, que invita a las personas a captar las mejores imágenes y los más bellos atardeceres queretanos.
La historia de la Casa de la Marquesa
Se sabe que el Marqués de la Villa del Villar del Águila, don Antonio de Urrutia y Arana y su esposa doña María Josefa Paula Guerrero Dávila Moctezuma y Fernández del Corral, llegaron a Querétaro acompañados de las monjas fundadoras del Convento de las religiosas de Capuchinas y estas le pidieron al Marqués traer el agua a Querétaro, "La historia esta un poco tergiversada, el Marqués nunca estuvo enamorado de la monja Marcela, pues él la quería con el amor de tío y benefactor, si hoy en día es mal visto el amor por una religiosa, ¿te imaginas en esa época?, además y poco se le ha reconocido, pero la Marquesa también puso muy buen dinero para la construcción del acueducto, es más, ella fue quien "ánimo" a su esposo para echar andar el proyecto", explica Eduardo Rabell.
Aunque esta casona queretana se le denomina de la Marquesa, el historiador refiere que los Marqueses nunca vivieron ahí, pues además qué a doña Paula no le gustó Querétaro y prefirió regresar a la Ciudad de México, cuando se terminó la construcción ellos ya habían fallecido.
La construcción de la casa obedece al famoso alarife del cual se desconoce su nombre completo y solo es conocido por Cornelio, era tan famoso que la primera calle de Independencia donde vivía llevaba su nombre.
Se sabe la residencia perteneció a don Francisco Antonio Alday, para luego tomarla en posesión la esposa del Marqués don Juan María Fernández de Jáuregui, tras su muerte la Casona fue heredada junto con el título nobiliario de "Marquesa" a doña Dolores Fernández de Jáuregui y aunque ya para esos momentos los títulos ya no tenían ningún valor en México, doña Dolores continuaba ostentando, por ello era común que como referencia se diera "es por la casa de la Marquesa; aún lado de la casa de la Marquesa", de ahí nació el sobrenombre del lugar.
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EN CORTO
- La Casa de la Marquesa ha sido: "La Casa Rivera" , "La Casa Escobar", Secretaría de Relaciones Exteriores en 1917, "Hostería de la Marquesa", lugar a donde los queretanos acudían a cenar o tomarse la copa y donde estuvieron tocando el emblemático grupo "Los Pentágonos" en 1964.
- Estuvieron las instalaciones de las oficinas y salones de estudio de ISSSTECULTURA y en la década de los 80 se aposentó el departamento de Difusión Cultural de la UAQ, donde se encontraba una biblioteca.
- Hoy en día se encuentra el hotel boutique, que invita a los turistas a conocer la historia y el acervo que mantiene esta bellísima arquitectura un legado de Querétaro para todos sus visitantes, que es un imperdible de la capital queretana.
