Esta fecha tan especial es dedicada y nombrada oficialmente como “Día del Adulto Mayor”, esto en referencia que muchos no han tenido descendencia, pero para otros más es un festejo a los seres más amados dentro de la familia, los abuelitos.
Hoy en día hay abuelitos muy jóvenes, pero nuestra memoria relaciona a personas mayores, que marcaron nuestra infancia con mimos, historias y un gran amor para con sus nietos, “cuándo éramos niños mis hermanos y yo, mi papá nos limitaba de muchas cosas, hoy en día los nietos no pueden pedir algo, porque el viejo ya se los está comprando”, platica Gregorio Ruiz hijo de Luis Antonio Ruiz un adorable abuelo de 73 años que se desvive por sus 7 nietos, “Ellos están para educarlos (refiriéndose a sus hijos), yo ya los crié (…) ya fui papá, ahora me toca ser un abuelo alcahueta”, menciona entre risas.
Tal parece que convertirse en adulto mayor, abuelos, o simplemente “los viejos”, es volver a vivir en plenitud, muchos es como si tomarán un segundo aire, bailan, realizan actividades, juegan, cantan, aprenden a vivir, sin prisas y disfrutando todo lo que la vida les brinda, se integran en lugares como Plan Vida, Casa del Jubilado y otras instituciones que les ofrecen todo tipo de recreaciones como convivencias con personas de su edad, viajes, excursiones y un sinfín de experiencias. “He aprendido a vivir plenamente y mientras pueda caminar y tenga fuerzas, viajó, bailó, hago ejercicio, disfruto la etapa de oro que Dios me ha dado el privilegio de vivirla y no pienso desaprovecharla”, asegura Lulú Sánchez de 70 años, una viajera incansable.
Para otros su vejez la viven en casas de retiro, algunos por convicción otros porque la vida los llevó a ese lugar, donde personas como el padre Alejandro Estrada y todo su equipo de colaboradores del Asilo San Sebastián, hacen de la nueva casa de los abuelos un lugar digno para que vivan su última etapa felices y tranquilos, “tratamos de que estén cuidados, que disfruten el poco o mucho tiempo que nuestro Señor les permita vivir, la vejez no debe ser sinónimo de amargura, es vivir esa etapa a color, por eso nuestros abuelitos, aquí bailan, cantan, conviven, rezan, se ríen, tratamos de que sean felices”, aseguró el sacerdote.
LOS ABUELOS Y EL NÚCLEO FAMILIAR
La importancia que tienen los abuelos dentro del núcleo familiar es de suma importancia, pues se convierten en figuras de respeto y confianza. También se estrechan lazos afectivos muy arraigados y se convierten para sus nietos en una fuente inagotable de luz, sabiduría y amor.
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Por ello cuando la familia tiene la gran dicha de tener a los abuelos pueden sentirse bendecidos, pues estos seres maravillosos muy seguramente dejarán una huella repleta de amor y recuerdos en el corazón de sus nietos.