/ lunes 14 de diciembre de 2020

A cien años del natalicio del queretano ilustre

A cien años del natalicio del queretano ilustre, Publican “Memorias de José Guadalupe Ramírez Álvarez”

¿Quién fue José Guadalupe Ramírez Álvarez? y ¿qué lo hizo ser uno de los queretanos más ilustres del siglo XX? Para conmemorar el centenario de su natalicio, es que la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) reúne en un libro la memoria del escritor, periodista, ex rector de la UAQ y fundador de DIARIO DE QUERÉTARO, para dar cuenta de su legado y paso por la historia.

Bajo el título “Memorias. José Guadalupe Ramírez Álvarez, a 100 años de su nacimiento 1920-1986”, la obra incluye textos de Juan Trejo Guerrero, cronista de la UAQ, y de Mario León Leyva, periodista y director de este periódico, cuyos trazos históricos son acompañados por .antiguas fotografías que atestiguan la vida y simiente que el también docente dejó en diversas generaciones de queretanos.

A propósito de su publicación, presentamos en esta edición dos extractos del libro, que pronto podrá adquirirse a través de las librerías y bibliotecas de la UAQ, una vez que los protocolos sanitarios implementados por esta institución universitaria así lo permitan.

El amor y las pasiones de José Guadalupe Ramírez Álvarez / Juan Trejo Guerrero

La vida del licenciado José Guadalupe Ramírez Álvarez (1920- 1986) estuvo marcada por el gran amor a su madre y por sus tres grandes pasiones: la historia, la docencia y el periodismo. Sus cercanos y discípulos somos fedatarios de ello. Y si no, allí están más de una veintena de libros sobre historia, miles de discípulos – amén de su obra materia máxima: el Centro Universitario del Cerro de las Campanas– y por lo menos dos periódicos: Amanecer– ya desaparecido– y el Diario de Querétaro, publicación que con más de 57 años de vida sigue siendo el referente obligado que reseña la vida de Querétaro, México y el mundo.

El historiador, periodista y maestro, hijo del humilde cambayero de San Miguel de Allende, José Loreto Ramírez y de Patricia Álvarez, ella vendedora de atole y tamales en el barrio de Santa Ana nunca ocultó su origen y, más que eso, siempre se enorgulleció de los suyos. Desde los albores de su vida, conoció tradiciones e historia de Querétaro, lo que sin duda le reforzó su amor por la patria chica de la que tanto escribió.

Pese a que logró llegar a la cima del éxito, su niñez y juventud no fueron fáciles, sobre todo porque su padre y su hermano se empeñaban en que fuera un artesano. En sus memorias, dictadas en 1982 al licenciado Pedro Jesús Montiel Cárdenas, recuerda que su hermano José, que era sacerdote, le decía con frecuencia: “Mira convéncete de que Dios lo que quiere de ti es que seas un artesano y no andes con tus pretensiones de estudiar”.

Confiaba a sus cercanos que, desde muy temprana edad, sus padres lo pusieron a trabajar en diferentes cosas. “Fui empleado en una tienda de abarrotes, aprendiz en una zapatería, aprendiz de cambayero e intentaron enviarme a la carpintería de mi tío Demetrio Rivera; en fin, mi papá trataba de inclinarme hacia las artesanías y yo me defendí como gato boca arriba”, le escuchábamos decir en varias ocasiones.

Eso, comentó, se le quedó grabado profundamente. Pero él dijo para sus adentros: “¡Pues van a ver que no!”.

Fue sin duda la estrechez económica de sus primeros años lo que hizo que, ya como profesionista, tuviera una vida de lujos: carro del año, trajes de buen casimir, perfumes, joyas, anillos espectaculares y sobre todo, corbatas por cientos, a la moda, anchas y extravagantes. Lo mejor de él, estaba dentro: su bondad, su recia personalidad, su bagaje cultural y su pasión por Querétaro del que tanto escribió.

Durante su fructífera vida como escritor dejó una producción editorial de más de veinte libros, sobre todo de temas históricos”. En el Archivo Histórico de Gobierno del Estado existen para su consulta los siguientes títulos: Primera y segunda serie del Anecdotario de Querétaro, Cerro de las campanas, La Constitución de Querétaro, Querétaro de la Constitución, Doña María Josefa Ortiz de Domínguez, La Normal de Querétaro 100 años, Sitio de Querétaro y Triunfo de la República, en Querétaro triunfa la República Federal, Querétaro en los Siglos, Síntesis histórica de la Facultad de Derecho de la UAQ, Leyendas de Querétaro, Plaza de la fundación Querétaro y Guía histórica del Sitio de Querétaro y Triunfo de la República 1867.

Desde luego escribió otros muchos títulos sobre historia entre los cuales se recuerda el denominado: Del Sangremal al Tepeyac y el último sobre el Instituto de Bellas Artes de la Universidad Autónoma de Querétaro. Su muerte le impidió terminar otros libros entre ellos uno relativo al autor del lema de la UAQ, el maestro de América, José Vasconcelos.

Memorias / José Guadalupe Ramírez Álvarez

Mi pasión, más que afición a la Historia, la despertaron en mí, mis padres y la época en que viví mi niñez. Viví intensamente la época de los cristeros. Era un niño, pero ya me daba cuenta y muy bien… y que hablaban de los fusilados y de las batallas. Que subrepticiamente se vendía el periódico El hombre libre. Y que el boicot y que esto y que lo otro. Y que la Revolución y que el Sitio, todo eso mi mamá lo comentaba. Nadie sabe el impacto que fue en Querétaro, el Sitio… ¡Terrible! Toda la gente hablaba del Sitio en el año veintitantos. Toda la gente… que cuando el Sitio esto, que cuando el Sitio lo otro, que en el año del hambre. Que el señor Rosas. Que cuando entró Venustiano, que Villa, que Obregón…

¿Quién fue José Guadalupe Ramírez Álvarez? y ¿qué lo hizo ser uno de los queretanos más ilustres del siglo XX? Para conmemorar el centenario de su natalicio, es que la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) reúne en un libro la memoria del escritor, periodista, ex rector de la UAQ y fundador de DIARIO DE QUERÉTARO, para dar cuenta de su legado y paso por la historia.

Bajo el título “Memorias. José Guadalupe Ramírez Álvarez, a 100 años de su nacimiento 1920-1986”, la obra incluye textos de Juan Trejo Guerrero, cronista de la UAQ, y de Mario León Leyva, periodista y director de este periódico, cuyos trazos históricos son acompañados por .antiguas fotografías que atestiguan la vida y simiente que el también docente dejó en diversas generaciones de queretanos.

A propósito de su publicación, presentamos en esta edición dos extractos del libro, que pronto podrá adquirirse a través de las librerías y bibliotecas de la UAQ, una vez que los protocolos sanitarios implementados por esta institución universitaria así lo permitan.

El amor y las pasiones de José Guadalupe Ramírez Álvarez / Juan Trejo Guerrero

La vida del licenciado José Guadalupe Ramírez Álvarez (1920- 1986) estuvo marcada por el gran amor a su madre y por sus tres grandes pasiones: la historia, la docencia y el periodismo. Sus cercanos y discípulos somos fedatarios de ello. Y si no, allí están más de una veintena de libros sobre historia, miles de discípulos – amén de su obra materia máxima: el Centro Universitario del Cerro de las Campanas– y por lo menos dos periódicos: Amanecer– ya desaparecido– y el Diario de Querétaro, publicación que con más de 57 años de vida sigue siendo el referente obligado que reseña la vida de Querétaro, México y el mundo.

El historiador, periodista y maestro, hijo del humilde cambayero de San Miguel de Allende, José Loreto Ramírez y de Patricia Álvarez, ella vendedora de atole y tamales en el barrio de Santa Ana nunca ocultó su origen y, más que eso, siempre se enorgulleció de los suyos. Desde los albores de su vida, conoció tradiciones e historia de Querétaro, lo que sin duda le reforzó su amor por la patria chica de la que tanto escribió.

Pese a que logró llegar a la cima del éxito, su niñez y juventud no fueron fáciles, sobre todo porque su padre y su hermano se empeñaban en que fuera un artesano. En sus memorias, dictadas en 1982 al licenciado Pedro Jesús Montiel Cárdenas, recuerda que su hermano José, que era sacerdote, le decía con frecuencia: “Mira convéncete de que Dios lo que quiere de ti es que seas un artesano y no andes con tus pretensiones de estudiar”.

Confiaba a sus cercanos que, desde muy temprana edad, sus padres lo pusieron a trabajar en diferentes cosas. “Fui empleado en una tienda de abarrotes, aprendiz en una zapatería, aprendiz de cambayero e intentaron enviarme a la carpintería de mi tío Demetrio Rivera; en fin, mi papá trataba de inclinarme hacia las artesanías y yo me defendí como gato boca arriba”, le escuchábamos decir en varias ocasiones.

Eso, comentó, se le quedó grabado profundamente. Pero él dijo para sus adentros: “¡Pues van a ver que no!”.

Fue sin duda la estrechez económica de sus primeros años lo que hizo que, ya como profesionista, tuviera una vida de lujos: carro del año, trajes de buen casimir, perfumes, joyas, anillos espectaculares y sobre todo, corbatas por cientos, a la moda, anchas y extravagantes. Lo mejor de él, estaba dentro: su bondad, su recia personalidad, su bagaje cultural y su pasión por Querétaro del que tanto escribió.

Durante su fructífera vida como escritor dejó una producción editorial de más de veinte libros, sobre todo de temas históricos”. En el Archivo Histórico de Gobierno del Estado existen para su consulta los siguientes títulos: Primera y segunda serie del Anecdotario de Querétaro, Cerro de las campanas, La Constitución de Querétaro, Querétaro de la Constitución, Doña María Josefa Ortiz de Domínguez, La Normal de Querétaro 100 años, Sitio de Querétaro y Triunfo de la República, en Querétaro triunfa la República Federal, Querétaro en los Siglos, Síntesis histórica de la Facultad de Derecho de la UAQ, Leyendas de Querétaro, Plaza de la fundación Querétaro y Guía histórica del Sitio de Querétaro y Triunfo de la República 1867.

Desde luego escribió otros muchos títulos sobre historia entre los cuales se recuerda el denominado: Del Sangremal al Tepeyac y el último sobre el Instituto de Bellas Artes de la Universidad Autónoma de Querétaro. Su muerte le impidió terminar otros libros entre ellos uno relativo al autor del lema de la UAQ, el maestro de América, José Vasconcelos.

Memorias / José Guadalupe Ramírez Álvarez

Mi pasión, más que afición a la Historia, la despertaron en mí, mis padres y la época en que viví mi niñez. Viví intensamente la época de los cristeros. Era un niño, pero ya me daba cuenta y muy bien… y que hablaban de los fusilados y de las batallas. Que subrepticiamente se vendía el periódico El hombre libre. Y que el boicot y que esto y que lo otro. Y que la Revolución y que el Sitio, todo eso mi mamá lo comentaba. Nadie sabe el impacto que fue en Querétaro, el Sitio… ¡Terrible! Toda la gente hablaba del Sitio en el año veintitantos. Toda la gente… que cuando el Sitio esto, que cuando el Sitio lo otro, que en el año del hambre. Que el señor Rosas. Que cuando entró Venustiano, que Villa, que Obregón…

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