Cuando Santiago de Querétaro se apareció en el cerro de Sangremal, representando el cese de las hostilidades, los vencidos con canciones trataron de curar su descontento, los recién llegados entonaron cantos de victoria. En el génesis de Querétaro, en 1531, brotaron las primeras notas y palabras de la canción queretana”, señala el maestro Mario Arturo Ramos, quien realizó las notas y la selección del libro “Las canciones queretanas. Cien canciones” impulsado por el Patronato de las Fiestas de Querétaro.
Los tres siglos coloniales forman el tronco de la canción queretana. El huapango arribeño se instaló definitivamente con compositores, músicos e intérpretes, en la región serrana (...) lograron combinar los sonidos campiranos con los citadinos; así, las tonadas rurales convivieron melódicamente con las que llegaban de la Capital del Virreinato”, señala Mario Arturo Ramos.
El libro busca rescatar un centenar de canciones de los 18 municipios del estado, así como difundir y preservar el nombre de sus autores quienes crearon dichos temas para festejo, duelo y muerte.
Tema especial tiene el de la conspiración de Querétaro, pues las batallas en la gesta de Independencia, así como los héroes y villanos populares inspiraron diversas coplas, como son “El corrido del emperador”, Corrido del Sitio de Querétaro”, “La Carambada”, entre otros.
En dichas páginas también se encuentran canciones de Hilarión Frías y Soto, Eusebio Sánchez López, José Guadalupe Velázquez Pedraza, Agustín González, Fernando Loyola, entre otros compositores.
Algunas de estas canciones también incluyen códigos QR en los que se pueden ver videos de las partituras.
Los interesados en adquirir un ejemplar pueden acudir a las oficinas del Patronato, en El Acceso 1 nave 12-112, del Fraccionamiento Industrial La Montaña. El libro tiene un costo de 300 pesos.
