“La fiesta de los sentidos, los olores, colores y texturas de los alimentos, la provocación que entra a nuestra memoria que nos exalta. El placer está en el instante en que sabemos que el apetito nunca será satisfecho” es una de las frases que se encuentra incorporada en la sala de la más reciente exposición en el Museo de Arte de Querétaro (MAQRO), Los colores del sabor.
Esta exposición se ha realizado en colaboración con la Confederación Nacional de Agrupaciones de Comerciantes de Centros de Abasto (Conacca) y fue meticulosamente creada bajo la curaduría de Avelina Lésper, reconocida crítica de arte mexicana, que ha desatado polémica por posicionarse en contra del arte contemporáneo.
Se integra de un total de 15 piezas (realizada cada una de ellas por un artista plástico) y evoca el bullicio y color de las Centrales de Abasto del país a partir de bodegones al estilo del siglo XVII. Desde retratos, fotografías e impresiones intervenidas, hasta reinterpretaciones de los típicos bodegones, la colección lo tiene todo.
Lo que la caracteriza son los brillantes colores y la presencia del sazón mexicano, presente desde los propios ingredientes de nuestros platillos típicos hasta su toque artístico con piezas que hacen alusión al muralismo y cubismo mexicano. Este proyecto inició en 2023 y actualmente se encuentra recorriendo los estados de la república, teniendo como actual parada nuestra capital queretana.
“Los alimentos que ingerimos cada día, han sido motivo de inspiración para el arte, no sólo por su misión de mantenernos con vida, sino porque esa misión la cumplen con sabores, colores y belleza. La exposición Los Colores del Sabor ofrece un homenaje a lo que comemos los mexicanos, en un ritual de placer y misticismo. Es a su vez, un homenaje a las trabajadoras y trabajadores de las Centrales de Abasto; a su dedicación, su esfuerzo heroíco durante la cuarentena, a la sabiduría y tradición de su labor cotidiana”, explica Lésper dentro del texto curatorial de la colección.
Las piezas retratan la estrecha relación que el mexicano tiene con su comida, desde una mirada íntima de quienes se dedican a la venta y distribución de los productos alimenticios desde las Centrales de Abasto, hasta quienes los preparan al interior de sus propios hogares antes de arrancar sus rituales gastronómicos.
Las Centrales de Abasto se caracterizan por su colorida diversidad de productos, cualidad que se encuentra reflejada en más de una de las piezas, donde un mar de cabezas se ve acompañado de canastas de frutos, básculas, precios, intercambios monetarios, entre otras dinámicas.
“Sirva este homenaje como invitación para que el público aprecie en el arte, la labor de hacer llegar los alimentos a la población, como reflejo de nuestra identidad cultural”, puntualiza la curadora en el texto.
Lésper juega con elementos poéticos, reflexiones y analogías para acompañar las piezas. Los bodegones acompañados de un retrato buscan dejar evidencia de la existencia del humano desde un todo (rostro junto contexto), lo que termina resultando en una evidencia de la existencia misma del hombre.
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La colección permanecerá vigente en el Museo de Arte Querétaro hasta el 9 de junio. Asegúrate de preguntar si la sala se encuentra libre para el ingreso del público, debido a que en algunas ocasiones, por falta de personal, el acceso se encuentra no habilitado a los visitantes.