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Una serie de retratos de carácter realista cuelgan en los muros de Sangremal Galería. No sólo llama la atención la gama de colores vibrantes y las pinceladas que parecieran cobrar una vida propia dentro del lienzo, también lo hacen los rostros de las mujeres que protagonizan las piezas.
La colección se titula De la Raíz al brote, y se trata de la primera exposición individual de la artista queretana Malu Olguín, quien decidió retratar a mujeres rebeldes que son madres, hijas, y hermanas, y que tienen en común siempre alzar la voz para ser reconocidas en una sociedad patriarcal.
“Esta serie consta de ocho retratos femeninos, los cuales son mujeres queretanas, o que llegaron a Querétaro desde hace tiempo, y empezó como un interés por representar a estas mujeres con las que yo me identificaba y que pertenecían a mi círculo social y que yo decía ¡wow!, lo que está haciendo desde su trinchera está increíble. Primero fue Violeta, después fue Gaby, que es madre soltera y está estudiando la carrera de psicología y a su vez pertenece a colectivos de madres solteras en el estado, tiene varios talleres y me parece muy interesante su perspectiva y su participación social; otras de las mujeres retratadas promueven los cultivos como una forma de autosustentabilidad; Rosy, por ejemplo, decidí retratarla con su hija como una labor de protección a las generaciones que vienen, y finalmente introduzco el rebozo, que simboliza a mi abuela y a las abuelas de todas, porque con él las madres cargan a los hijos, por eso es símbolo de la ternura y protección de la mujer”, comentó.
La actividad de Malu Olguín como artista es prolífica y ha procurado establecer conexión con diferentes proyectos que promueven el arte en las calles, es decir, que las expresiones de los artistas culminen su mensaje en el público. Su participación en el colectivo Nueve Arte Urbano y con Siguientescena– que recientemente colocaron pianos para uso público en la ciudad–, son una muestra de las experiencias que han formado parte en el desarrollo personal y artístico de la pintora.
“Con Nueve Arte es una experiencia que ya he repetido varias veces, la primera que tuve fue en un evento de pintura en vivo, y ya después comencé más con los murales. La última que tuve fue visitar el municipio de Colón a pintar en un programa llamado Ruta Querétaro, que consistía el representar las características de cada municipio, por fortuna a mí me tocó Colón, municipio que ya conocía. Mi experiencia con la intervención de los pianos en Siguientescena me encantó porque justo soy una persona a la que le gusta no sólo quedarse con lo suyo, sino también conocer otro tipo de expresiones de arte”, dijo.
La artista tiene planeado otra colección, de la que dijo, se requiere de tiempo para planearla, pero por lo pronto, asevera que se encuentra muy activa en talleres para adolescentes de secundaria porque considera que es importante que los chicos a esa edad tengan experiencias cercanas con el arte mural.
De la raíz al brote estará expuesta en Sangremal Galería hasta la primera semana de mayo. El recinto se ubica en el 1233 de la calle 5 de mayo, Centro Histórico.
Como dato interesante, es que habrá un círculo de diálogo con las mujeres que fueron protagonistas de los lienzos para hablar sobre los temas que atañen a las mujeres y realizar un ejercicio para compartir las diferentes posturas y experiencias que han tenido durante su lucha.
Malu Olguín estudió Artes Plásticas en la Universidad Autónoma de Querétaro, inició su trayectoria plasmando diálogos sobre reflexiones recurrentes de su vida. Tras un intercambio cultural y artístico en España, comenzó a centrar su propuesta en la figura femenina y los fondos orgánicos.
Su incursión en el muralismo fue a partir de una invitación del colectivo antropológico llamado Yosoyyoho; desde entonces afirma sentirse atraída por la representación de mujeres de pueblos originarios y de las expresiones artísticas que estas mujeres llevan a cabo.
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“Me di cuenta del impacto que tiene en las calles representar a una mujer y la fuerza que puede transmitir a través de los colores y la pintura esa experiencia. Yo necesito una conexión ideológica para representar mi obra y a partir de la frase `No somos musas, somos creadoras´, decido pintar a mi primer modelo de esta serie [De la raíz al brote], Violeta Arciga, que es una chava que tiene un proyecto de tejido por medio de parches y algunas otras técnicas. Cuando la conocí me pareció una mujer súper fuerte, súper interesante, con mucho qué decir y primero quise conocerla para representarla”, explicó.
