Rafael Rodríguez decidió cartografiar la pasión amorosa contemporánea; crear un especie de mapa que en lugar de sitios, mostrara emociones; una especie de guía visual para descifrar al sujeto amoroso que tenemos en frente, o el que somos también.
Su inspiración fue el ensayo Fragmentos de un discurso amoroso (1977) de Roland Barthes, un libro sobre la trivialidad y la radicalidad del amor que fue polémico – y tal vez aún lo sea–por plantear que el discurso amoroso es hoy de una extrema soledad: “Está completamente abandonado por los lenguajes circundantes: o ignorado o despreciado o escarnecido por ellos. Asfixiado detrás del erotismo, la sexualidad, la pornografía, la publicidad, el cuidado del cuerpo y el consumo mediático”, se lee en la sinopsis.
El artista queretano continúa este diálogo con el autor francés a través de su nueva colección Carte de Tendre; una especie de cartografía de la ternura elaborada a partir de dibujos, en los que plantea la manera en que, en nuestra época, se agudiza la inactualidad del discurso amoroso a consecuencia de la alienación de nuestras relaciones mediadas por la tecnología.
“El horror de herir es todavía más fuerte que la angustia de perder”, “En la languidez amorosa algo se va, sin fin; es como si el deseo no fuera sino esta hemorragia”, “¿Por qué durar es mejor que arder?”, son algunas de las frases y citas que Rafael ha incorporado en las piezas como parte fundamental de la misma obra.
“Son casi 100 obras y no tienen un orden específico aunque pareciera que [en la museografía] sí hay una línea del tiempo; en realidad se puede empezar a ver desde cualquier extremo, o desde el centro. Hay algunas piezas que llevan texto, otras que no. No quise poner cédulas ni nada de información extra porque me gusta que cada quien genere su propia interpretación o identificación con las piezas”, dice el autor sobre su colección.
Carte de Tendre fue inaugurada el 14 de febrero en el Museo de la Ciudad, “pero no por el Día de Amor, eso fue una simple coincidencia”, aclara el autor con una sonrisa; esa fecha coincide con el aniversario del recinto, cuya programación conmemorativa tuvo que ver con el amor por primera vez, en 26 años de historia.
“Su inauguración coincidió con el 14 de febrero. Suena cursilón, pero en realidad escogimos esa fecha porque coincide con el aniversario del Museo de la Ciudad. Es el museo que más me gusta, y no lo digo solo porque estoy aquí; sino porque de los todos los museos que conozco en México, y de muchos otros en el mundo, su esquema me parece el más abierto de todos. Vienes cualquier día de la semana y te encuentras con cine por acá, ópera por allá, ensayo de violín arriba y exposiciones de personas con trayectorias importantes que comparten espacio con gente que nunca había expuesto en su vida; Gabriel Hörner [director del espacio] le da apertura a todo el mundo. Eso, aunado a que el Museo de la Ciudad resguarda arte contemporáneo en un recinto del siglo XVIII tan importante, lo que lo hace muy especial”.
Un universo personal
Además de retomar el libro de Barthes para Carte de Tendre, el artista asevera que tomó referencias del cine, la música, la literatura e incluso de vivencias personales.
“Es una exposición que llevaba trabajando desde hace mucho tiempo, por lo menos cinco años. Está basada en los Fragmentos de un discurso amoroso, un ensayo de los años 70 de Roland Barthes, que para mí ha sido un muy importante, siempre me ha obsesionado, por lo que desde hace mucho quería hacer algo sobre el tema".
“Principalmente sobre la idea de tratar de leer signos en la otra persona para saber si eres correspondido o no, me parece tan enigmático como frustrante, así como un aliciente para continuar”, dice.
Carte de Tendre abarca todo el ancho de una pared del Museo de la Ciudad, sin cédulas ni interrupciones de ningún tipo en su curaduría; yace frente a los ojos como un universo personal que invita a ser descifrado con los propios códigos emocionales.
“Una parte de la estrategia de que no haya cédulas y que no se sepan los títulos de cada obra, es que las personas se identifique con las piezas sin que estas tengan que ser explicadas; que cada quien las interprete o se refleje en ellas de manera abierta”, reitera.
Rafael Rodríguez es conocido por su pintura figurativa, pero en esta ocasión, y por el concepto de la obra, explica que decidió abrirse al dibujo, lo cual marca un parteaguas para sus próximos proyectos artísticos.
“Yo siempre he sido pintor figurativo, me interesa el realismo; pero esta exposición es de dibujo y está intervenida con algo de pintura. El dibujo me da más libertad de hacer otras cosas porque siento menos responsabilidad. Si estoy dibujando algo y no me está gustando, simplemente le doy vuelta a la hoja y le sigo, cosa que con una pintura es más difícil hacer. Creo que a partir de esta serie van a surgir otras ideas para obras posteriores”.
Carte de Tendre permanecerá en exhibición hasta mayo, y para la clausura, el artista ya planea publicar un libro sobre la colección, con textos de autores queretanos.
- Más sobre el artista
Rafael Rodríguez (Querétaro, 1977) estudió Arquitectura y se ha dedicado a las artes visuales desde 1995. Miembro del Sistema Nacional de Creadores, FONCA 2014. Su trabajo se ha presentado en galerías y museos de México, Inglaterra, Alemania, Canadá, Estados Unidos, España, Suecia y Austria. En 2006 su pintura Modelos para un autorretrato / Lola fue seleccionada para ser exhibida en la National Portrait Gallery en Londres en la vigésimo séptima edición del concurso BP Portrait Award, en el que obtuvo el segundo lugar. En 2006 y 2009 se hizo acreedor a la Beca Nacional de Jóvenes Creadores del FONCA. Ha obtenido diversos premios y reconocimientos por su trabajo en el ámbito local y nacional.
