Todos sabemos que cuando el teléfono suena en la madrugada, no pueden ser sino malas noticias. Y eso mismo sabía Roger, cuando su celular timbró a las 2 de la mañana mostrando un número desconocido.
Lo primero que pensó fue que tal vez sería una de esas llamadas de call center, quizá algún imprudente que llamaba a esas horas para cobrar o invitar a adquirir algún nuevo seguro; pero también pensó que podría ser Denise, su ex novia, y esa idea le entusiasmaba; pensaba que tal vez era ella quien llamaba desconsolada para pedirle que volvieran; pero cuando contestó lo recibió una voz fría y todas las ideas anteriores se desvanecieron.
-¿El señor Rogelio Ibarra? preguntó una voz profesional, sin emociones. (...) Sólo podría ser una mala noticia. -Sí, soy yo. Respondió (...) La voz le hizo saber que Andrés Covarruvias había sufrido un accidente grave. Roger tardó en asociar el nombre al de Andy, su jefe, amigo y mentor. (...) Su tardanza fue interrumpida de nueva cuenta, con urgencia, pues mientras en un quirófano intentaban salvarle la vida, los doctores se veían obligados a tomar una decisión radical: amputar un brazo o arriesgarse a que muriera.
Así comienza la novela Historias de las cosas perdidas, el trabajo más reciente del escritor Jorge Alberto Gudiño Hernández, una novela que pone en entredicho qué tanto conocemos a las personas que nos rodean, y qué estamos dispuestos a hacer para obtener lo que queremos.
La historia se cuenta a través de auto murmullos del personaje principal, Rogelio Ibarra, quien se ve obligado a decidir sobre la amputación de Andy, y esa decisión, sea cual sea, cambia su vida por completo, reflexionando sobre el amor, el trabajo, la mediocridad, e incluso sobre la basura, pues ambos trabajan en una empresa llamada Vestigios, dedicada a obtener metadatos de los basureros para descubrir hábitos de consumo de posibles clientes.
-¿No es usted Rogelio Ibarra? Le dieron ganas de responder que no. Renegar de su propia identidad para crear un hueco, un resquicio donde guarecerse de ese huracán que estaba a punto de absorberlo. -Sí. -¿Conoce a Andrés Covarrubias? -Sí. (...) -Viene su nombre en la tarjeta de emergencia que encontramos en su billetera. (...) -Si no decide, el señor Covarrubias morirá y usted será el único responsable. ¿En serio le estaban hablando así? De nuevo el asomo de la muerte. -¡No lo sé! ¡No lo sé! -buscaba asirse a una esperanza-: ¿Usted qué haría?
Jorge Alberto Gudiño sitúa a sus personajes en la Ciudad de México, en un contexto que puede ser pre o post pandémico, pues no hay rastros de la pandemia en dicha narración. En entrevista para Suplemento Barroco, el autor habla sobre el proceso creativo de esta novela, explica cuáles son las cosas perdidas a las que hace referencia en el título, y también habla sobre próximos proyectos cinematográficos.
Historia de las cosas perdidas, de la editorial Alfaguara, se presentará este 14 de julio a las 19:00 horas en la librería Gandhi, ubicada en Avenida Miguel Ángel de Quevedo, en la Ciudad de México.
¿Por qué decidiste hablar de este tema?
Normalmente la historias las escribo cuando tengo alguna inquietud, que muchas veces ni siquiera corresponde a la historia o la trama que voy a contar, en ese caso, mi inquietud estaba girando en torno a la mediocridad, que es uno de los hilos conductores dentro de la novela, cómo se puede definir la mediocridad y cómo se enfrenta uno a la aceptación o negación de que uno es mediocre. (...) algunas tienen que ver sobre este gran argumento que Andy porque durante toda la novela dice que “uno siempre hace lo mejor que puede”, el otro gran argumento es sobre las historias de las cosas perdidas, las cosas que perdemos, a veces sin darnos cuenta. Y hay una historia de amor que me sirve para llevar a Roger de este inicio que fue muy intenso a un final con una secuencia lógica, todo esto a través del personaje de Denise, que probablemente es el único personaje que me cae bien, todos los demás me caen super mal. (rie)
¿Cuáles son esas las cosas perdidas a las que haces referencia en el título?
Las cosas que perdemos y que además nos definen en la vida, en nuestras circunstancias, en un momento histórico, hay gente que guarda monedas muy valiosas, hay gente que guarda joyas, hay gente que guarda fotografías de todas las generaciones de su familia, que en este caso único serían muy poco valiosas para alguien más y al revés, hay cosas que consideramos muy poco valiosas para nosotros y que resulta que a alguien le puede interesar. eso se suma al hecho de que a lo largo de la vida perdemos un montón de cosas de las que somos conscientes y lo lamentamos, de las que no somos conscientes y nos enteramos, e incluso siendo conscientes nos terminamos recuperando, porque no lamentamos durante 50 años la pérdida del collar de la abuela, podríamos mencionarlo, pero es muy poco probable que el lamento sea real. El asunto es que todo esto contribuye a formarnos como personas. Entonces el drama que yo hice a los 5 años por algo que perdí en ese momento, tal vez fue muy intenso y sincero, pero ahora es meramente anecdótico, irrelevante.
Esta novela la escribiste durante los años de la pandemia ¿No influyó eso en tu historia?
No, cuando la comencé a escribir en la segunda mitad del 2020 yo estaba muy agotado porque no me podía concentrar en casa, yo trabaja a distancia, mi esposa trabajaba a distancia y mis hijos iban a la escuela a distancia entonces estábamos los cuatro aquí metidos, cuando yo estaba acostumbrado a que para escribir necesitaba espacio, tiempo y sobre todo silencio. Luego relacionado con la pandemia y el confinamiento, basta revisar los archivos de prensa desde marzo del 2020 empezaron a llegar una tras otra historias y testimonios de la gente y la pandemia, a unos les iba bien, a otros les iba mal, entonces escribir una historia sobre la pandemia a mí me resultaba prácticamente imposible, porque me tenía que enfrentar a esos 7 mil millones de historias, porque cada persona tenía su historia con la pandemia.
Propositivamente sí quise que esta historia se desarrollara en la Ciudad de México pero en un mundo sin pandemia, esto podría ser pre pandémico, pero también podría suceder en 2022 sin pandemia, porque yo todavía no puedo escribir nada al respecto. Admiraré mucho a los primeros escritores que se aventuran a escribir una novela sobre la pandemia, no es sencillo.
Están por grabar la película de tu libro Tus dos muertos ¿Cómo va ese proyecto?
La velocidad de tu sombra es la tercera entrega de la saga del Subcomandante Zuzunaga, que empieza con Tus dos muertos y le sigue con Siete son tus razones; tus dos muertos están ya en preproducción de la película, van a empezar a grabarla el veintitantos de septiembre, lo que eso signifique, yo no soy cineasta (ríe), me dicen que comienzan a grabar en septiembre, se tardan 4 o 6 semanas y supongo que después de eso viene musicalizar, editar, no sé cuánto dure pero en efecto se está preparando la película de Tus dos muertos, esperemos que salga muy pronto para que luego hagan las otras dos películas, de las tres novelas que van, aunque la saga todavía no está completa.
¿Y cómo te sientes con esa migración de la literatura al cine?
La verdad, rarísimo (ríe), rarisimo pero muy contento, me gusta la idea de que alguien crea que vale la pena adaptar alguno de mis libros, eso me parece fascinante, la otra parte es que aún cuando yo les he dicho a los productores que no me quiero involucrar y pedí no participar en el guión, finalmente sí hemos tenido un diálogo y hemos discutido algunas cosas, por ejemplo, en las tres novelas no hay una sola descripción del personaje protagonista, justo ahora estamos a punto de ponerle cara porque ya estaba en el casting, están por filmar, en cuanto yo lo vea va a ser muy difícil desprenderme de la imagen que yo más o menos tengo clara, pero los lectores no tienen descripción alguna, va a llegar la cara del personaje.
Me queda claro que toda adaptación implica un cambio, yo no estoy exigiendo que la película sea exactamente lo que es el libro, me queda claro que no, una adaptación implica una transformación, esa transformación yo estoy abierto a que suceda, pero eso no quita que sí tenga mucha curiosidad de ver a los personajes, me va a dar mucho gusto verlo.
SOBRE EL AUTOR
En 2010 publicó Los trenes nunca van hacia el este, su primera novela. En 2011, con su novela Con amor, tu hija obtuvo el premio Lipp de novela, entregado por primera vez en México y de gran tradición en Francia. En 2014 publicó Instrucciones para mudar un pueblo; en 2015 Justo después del miedo; y en 2016, Tus dos muertos, primera entrega de la serie policiaca del Comanzante Zuzunaga, que prosiguió en 2017 con Siete son tus razones y después La velocidad de tu sombra (2018), de la cual ya se prepara adaptación cinematográfica. También ha escrito un par de libros para niños y adolescentes, así como audio series.
Ha colaborado en diversos medios impresos y electrónicos durante casi dos décadas, como Grupo Radio Centro, Milenio, Canal 22 y Sin Embargo, entre otros. Dedica buena parte de su tiempo a la docencia universitaria.
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