Una mujer yace sentada sobre una silla. Al filo del pañuelo morado que le cubre medio rostro, lanza una mirada desafiante que refuerza la palabra “Vivo” sobre sus nudillos. Ella es la figura central del mural “Violeta” de Malu Olguín, una artista que ha tomado las calles para homenajear a las mujeres queretanas en lucha y para hacer frente a los estereotipos que atraviesan el cuerpo de todas.
“Mi inspiración en los murales surgió a partir de una serie individual que estoy trabajando en este momento. Es obre el retrato femenino de mujeres queretanas que tienen una iniciativa, ya sea en el ámbito social o creativo, y que tienen una lucha personal contra el machismo, que es la punto nodal de la lucha feminista en estos tiempos”.
Egresada de la carrera de Artes Visuales, con especialidad en Artes Plásticas de la Universidad Autónoma de Querétaro, Malu comparte que inició su trayectoria plasmando diálogos sobre reflexiones recurrentes de su vida. Tras un intercambio cultural y artístico en España, regresó para culminar sus estudios universitarios y ahora, busca un posgrado en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); sin embargo, debido a la contingencia de Covid-19, tuvo que retrasar sus planes.
Desde sus inicios, asevera, buscó destacar lo profundo de sus referentes y colocar en su obra la fuerza del espíritu libre, llevando en la vena artística una convicción de superación constante. “Desde muy chica tuve en la mente lo que mi mamá me decía: que entre más preparada menos iba a necesitar estar a la sombra de un hombre; así que siempre he tenido el ímpetu de sacar adelante los proyectos que me he propuesto, sin sentir que lo que hago, es exclusivo para los hombres”.
Sobre su incursión en el muralismo, relata que fue a partir de una invitación del colectivo antropológico llamado Yosoyyoho en el que, a pesar de no tener experiencia previa, probó suerte y encontró una nueva y fascinante forma de hacer arte.
Violeta
“Violeta” se encuentra ubicado en las inmediaciones del parque de Los Alcanfores, en la esquina de la calle Amílcar Vidal. Se trata de uno de los murales de la serie “No somos musas, somos creadoras”, un proyecto que nació a raíz de una investigación que la artista realizó sobre las agencias políticas de las mujeres en el estado.
“Violeta es de San Pancho (Barrio de San Francisquito, Querétaro). A ella la conocí por su iniciativa de rescate de bordado tradicional que es una herencia artesanal desde su abuela. Ella lo ha llevado a expresiones como los parches, cubrebocas o cosas personalizadas, pero siempre con un mensaje social y en apoyo a la lucha feminista e indígena, así que me parece muy importante su labor”.
Sobre esta obra de gran formato, Malu describe que decidió colocar una puerta detrás de la figura para representar la apertura al diálogo.
“El diálogo tiene que iniciar desde casa, porque de ahí parten todas las prácticas. La chica está sentada porque desde mi punto de vista no es como enfrentar con violencia al otro género o a la gente, sino con ánimos de conciliar y dialogar”.
Respecto a su propuesta artística, asevera que encuentra inspiración en lo real, y este momento histórico, que algunas describen no como una nueva ola del feminismo, sino como un verdadero tsunami “me genera empoderamiento. Creo que justamente ese valor de salir, de pedir los espacios y hacer de esos espacios algo interesante para ver y discutir, me hace sentir que hay un poder en lo que yo hago con mi trabajo y eso me inspira a seguir y hacer este movimiento más grande”.
