Hace 4 años Noé comenzó a sentir dolores fuertes desde el abdomen hasta la cintura, al principio no le tomó importancia porque pensó que eran gajes del oficio. Sin embargo, meses después el dolor se intensificó y notó un pequeño bulto en la parte baja del abdomen, nuevamente no prestó mucha atención y continúo con su rutina.
Pasados los meses, ese primer bulto creció, al tiempo que en la misma zona aparecía otra bolita, más pequeña pero igual de molesta. Fue en ese momento cuando el dolor se agudizó y optó por ir al médico para conocer qué es lo pasaba. Después de un chequeo, el doctor le informó que tenía dos hernias inguinales bilaterales, la primera ya del tamaño de una manzana.
Noé Álvarez Monroy tiene 47 años y es ayudante general en la Secretaría de Servicio Municipales de San Juan del Río, trabaja en el servicio de recolección de basura desde hace más de 20 años. Comenta que tras la visita al servicio médico, el doctor le informó que era necesario intervenirlo de manera quirúrgica para revertir las hernias que habían aparecido.
No obstante, aseveró, en ese entonces la Administración Pública Municipal que estaba a cargo no concedía permisos para cirugías, lo cual lo obligó a continuar trabajando en las rutas de recolección de basura a pesar del agudo dolor que sentía, cargando las pesadas bolsas y los tambos llenos de deshechos.
“No les tome mucha importancia porque pensé que eran excesos de grasa o yo no sé. Pero ya después cuando fui al servicio médico ya me informaron que eran dos hernias inguinales bilaterales. En menos de un año una creció bastante, al tamaño de una manzana y me dolía muchísimo, pero no había más que seguir así, trabajando, porque en la administración pasada no hubo cirugías”, narra.
Comenta que en los puntos críticos de la pandemia de Covid-19, las dos hernias se volvieron insoportables, pues el dolor no lo dejaba ni siquiera caminar, mucho menos alzar las bolsas de basura o subirse a la parte trasera del camión recolector. Fue en ese momento cuando a través de algunas gestiones se concedió la autorización para que lo ingresarán al quirófano.
Hace dos años don Noé fue sometido a una hernioplastia, le fueron corregidas las dos hernias que presentaba dice que su incapacidad fue de dos meses, pero que la recuperación completa tardó un año entero, pues durante ese periodo aún sentía algunos dolores. Hoy, señala, han quedado algunas secuelas de aquellas dos hernias, pues de vez en cuando presenta dolores en la cintura.
“Si se descuidan son riesgosas”
Las hernias suelen presentarse frecuentemente en la zona abdominal de la persona y se tratan de la salida de parte de un órgano o tejido (intestinos o epiplón, principalmente) a causa de una debilidad de la pared que recubre dichos elementos. Si bien pueden corregirse en su etapa temprana a través de cirugía, si se descuidan pueden causar complicaciones que puedan comprometer la vida del paciente, afirma el médico general, Luis Julián Moreno Callejas.
Asegura que los factores más recurrentes para propiciar las hernias son la obesidad, presentar enfermedades pulmonares obstructivas crónicas, esfuerzos repetitivos en la vida diaria y especialmente aquellos que pueden dirigirse al abdomen. Añade que la debilidad de la pared del recubrimiento de los órganos se debe a la deficiencia de la proteína llamada colágeno.
“Dicen que sienten un abultamiento, que es incómodo y en la mayoría de las ocasiones doloroso. La exploración se hace dirigida y pues se puede tratar de reducir la hernia con maniobras, uno intenta de regresar a la hernia a su lugar, pero esto no es una medida terapéutica, sino más bien es como una medida para prolongar el tiempo quirúrgico”, apunta.