Querétaro es la novena zona metropolitana con mayor propensión a beneficiarse del proceso de relocalización de las cadenas productivas de las empresas, dada su alta especialidad en 7 de las ramas manufactureras que mayor valor generan.
De acuerdo con el informe del Banco de México (Banxico) sobre “Efectos iniciales de la relocalización sobre la actividad manufacturera en México” incluido en su reporte sobre las economías regionales correspondiente al segundo trimestre del año, Querétaro es una de las tres ciudades del interior del país que pueden competir por los capitales productivos que buscan nuevas instalaciones en México contra las ciudades ubicadas en la franja fronteriza norte.
Señala que la cercanía de Saltillo, Monterrey, Juárez, Tijuana, Reynosa y Monclova con la frontera con Estados Unidos les confiere un elemento adicional de valor en cuanto al índice de competitividad para la toma de decisiones de las empresas.
Sin embargo, algunas grandes ciudades en las regiones centrales del país, tales como Ciudad de México, San Luis Potosí y Querétaro, también cuentan con un índice elevado.
En el caso queretano, su competitividad la obtiene de su alto grado de especialización en 7 de las ramas manufactureras que mayor valor de producción genera, ubicándose sólo por debajo de Tijuana y Guadalajara.
El informe establece que existe la correlación entre la propensión de cada área metropolitana a la relocalización y el número de ramas manufactureras de mayor generación de valor en las que se especializan las metrópolis estudiadas.
“La asociación observada sugiere que las ciudades más proclives a la relocalización también tienden a ser aquellas que se especializan en más ramas con alta propensión a este proceso”, indica el informe.
Entre las ramas manufactureras que mayor valor de producción aportan se encuentran la fabricación de componentes electrónicos, de maquinaria y equipo agropecuario, para la construcción y para la industria extractiva, de productos de hierro y acero, de otros productos metálicos, de maquinaria y equipo para la industria metalmecánica, moldeo por fundición de piezas metálicas, fabricación de aparatos eléctricos de uso doméstico, fabricación de otros productos a base de minerales no metálicos, fabricación de otro equipo de transporte.
“Destacan la fabricación de componentes electrónicos; muebles de oficina y estantería; maquinaria y equipo agropecuario, y de productos de hierro y metálicos como las ramas con la mayor propensión a la relocalización, según este indicador”, expone.
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Destaca que, en el periodo posterior a junio de 2020, las ramas manufactureras con mayor proclividad a la relocalización han exhibido mayores niveles de actividad productiva y empleo respecto de cómo se hubieran comportado en ausencia de relocalización, aunque no se encuentra un impacto sobre las remuneraciones por empleado en el mismo periodo.
“El desempeño del empleo promedio por mes en las ramas identificadas como las que podrían ser más proclives a la relocalización fue 4% superior al de su control durante el periodo de tratamiento. Ello representa el 0.6% de los empleos totales observados en el sector manufacturero, en ese periodo, promediando mensualmente”, indica.