A cuentagotas la gente se acercaba al escenario mientras losanimadores hacían uso del micrófono para llamar la atención dela gente en la feria. Pasaban de las 9 de la noche y desde lejos seveían las personas que se dirigían al Teatro del Pueblo de laFeria Internacional Ganadera de Querétaro. Familias, parejas,grupos de amigos, con bebida o sin bebida en mano, pero todos conganas de cantar junto a Grupo Pesado.
Mientras desde las bocinas se seguían escuchando las bromas delos animadores, trataban los recién llegados de ir encontrandolugar lo más cerca posible de los norteños. En punto de las 9:30,el movimiento que veía la gente detrás del escenario provocó quede inmediato los aplausos y los gritos se hicieran oír para dar labienvenida a Querétaro a los músicos, que abrieron la noche conMoneda sin valor.
La euforia aumentó cuando al terminar el primer tema, Pesado sedijo feliz de estar presente “en la cuna de la Independencia deMéxico”, para dar paso al sentimiento de A chillar a otraparte, momento en que reportaban la asistencia de alrededor deseis mil personas al concierto.
La noche avanzaba y el clima colaboró para que disfrutarantodos sin tanto frío de las canciones de sus ídolos que iban demás en más, logrando que las voces se levantaran desde laexplanada para acompañarlos con las canciones que han llevado aPesado a ser de los favoritos del género en México y más alláde las fronteras.
“Pídeme que olvide todo y pídeme otra vez perdón,porque no será tan fácil que te dé otra vez mi amor”,entonaba el grupo integrado por Beto Zapata, Pepe Elizondo, ToñoPequeño, Julio Támez y Luis Mario Garza, antes de seguir conUna página más, donde hombres y mujeres por igualcantaron a todo pulmón: “Es la historia de siemprede un amor que se fue y yo espero mañana comenzar otra vez, sinrencor ni temores quiero vivir en paz, quiero encontrar mi suerte yno dejarla jamás”.
Con saludos a los estudiantes de la UAQ y a los que vinieron dePedro Escobedo, San Juan del Río, Corregidora, Tolimán y EzequielMontes, Pesado no hizo más que ganarse aún más el aplauso de losasistentes, que en su mayoría no bajó el celular en toda la nochepara tomar la mejor foto que podían de sus ídolos, o grabar lomás que se podía del concierto.
En ese tono siguió el resto de la velada, el amor y desamor atodo pulmón y a ritmo de acordeón, con Abeja Reina, Ojaláque te mueras y El mil amores entre otros muchostemas que el público cantó con todas sus fuerzas por cerca de doshoras, dando un recorrido por la discografía que Pesado haproducido desde 1993 y que los sigue manteniendo en el gusto delpúblico queretano.
