La actriz María Fernanda García, también conocida por su papel de la tía Licha de “Una familia de diez” hace un recuento de sus 25 años de carrera, gracias a los cuales recibió una medalla conmemorativa y destaca lo rico de su profesión.
“El mes pasado era dueña de un banco y estaba casada con Lisardo –actor español–, y ahora trabajo en la pollería de un mercado y tengo mi propia religión; estar saltando de una vida a otra es algo muy padre y hace que mi carrera sea enriquecedora para comprender al género humano”, destaca y hace referencia a su participación en la mini serie Rubí, así como en su trabajo en “Como tú no hay dos”.
Con respecto a Rubí, aplaude esta oportunidad de volver a ver historias clásicas en formatos mucho más reducidos; “imagínate que una historia que duraba 180 capítulos la ves en 25; es un avance vertiginoso, está muy bien escrita y hay bastante tensión dramática, además Camila está espléndida”.
En esta producción se meterá en el papel de Rosa Emilia, quien es la mamá de Maribel, la chica que tiene una pierna amputada.
“Es un personaje muy trágico porque siente culpa, como todas las madres, en este caso de que a su hija le haya pasado eso, aunque en realidad no tiene la culpa”, explica y abunda que para darle realismo a esta interpretación se alejó de su tendencia a encontrarle el lado gracioso a las interpretaciones, para de esta manera, respetar las demandas y exigencias de cada género.
Más trabajo
Con respecto a su labor en la serie “Como tú no hay dos”, protagonizada por Adrián Uribe, relata que su papel es el de una pastora de una religión inventada por ella misma: “La flama divina”.
“Trata de un cambio de vida de unos gemelos, y no puedo decir más, pero Adrián Uribe hace los dos personajes protagonistas y está muy bien porque él es muy bueno para la comedia”, aplaude.
Adiós a la Tía Licha
Con respecto al personaje que tuvo que dejar en el pasado por no llegar a un acuerdo con la producción de un aumento de salario del 10%, la actriz dice que todo está olvidado, ya que al recibir tanto cariño del público hacia su personaje, lo vale todo.
“Creo que estoy recogiendo los frutos de tantos años de trabajo y con lo de Licha supe cómo me quería el público, por eso me siento muy honrada y orgullosa de que haya pasado de esta manera, yo no me lo esperaba; es un privilegio ver lo que puede ocurrir cuando un personaje querido muere”, detalla.
Finalmente explica que se trata de uno de sus personajes consentidos y por ello creó el diccionario de la tía Licha que puede leerse a través de sus redes sociales, donde "lichar" o "sentirse licha" es sinónimo de estar fachosa, ser quejumbrosa e incluso inventarse enfermedades.
Para ardidos y solteros
A través de su show “¡Al cabo que ni quería!” fusiona sus dos grandes pasiones: la actuación y la literatura; es un stand up poetry donde además de burlarse de sus propios fracasos amorosos, lee poemas de su inspiración.