El vecino que bloqueó la caseta de entrada a El Campanario denuncia que la administración del fraccionamiento comete presuntamente tráfico de influencias y desacato a una orden judicial, así como de las licencias municipales, al impedirle continuar con la construcción de su casa.
Una semana después de la protesta, que podría volver a realizar, señala que no ha podido reanudar la construcción pese a que cuenta con licencia municipal y hasta con aprobación de la administración vecinal de El Campanario, además de que las acciones en su contra le han causado pérdidas por 7 millones de pesos.
Detrás del alegato vecinal, denuncia, está la pretensión de la administración de despojarlo de una parte de aproximadamente 500 metros cuadrados de su terreno que colinda con un cárcamo del condominio.
Existe orden del juez juez noveno civil, Enrique López Castro, del 13 de abril con folio MMO 310/2022-E, para que la administración “permita el acceso al condominio a la parte actora y para efecto de que no restrinja el acceso de los trabajadores que se encuentran edificando en el inmueble”.
Esa resolución fue notificada al fraccionamiento el 19 de abril, pero en vez de cumplirla la administración le impuso más obstáculos -dice- con ayuda de funcionarios coludidos del Municipio de El Marqués y de la policía municipal, cuyos agentes se negaron a hacer cumplir la orden del juez por ser “asunto entre particulares”, pero sí entraron a El Campanario a removerlo de su protesta.
El fraccionamiento desactivó al condómino los accesos electrónicos y no le permite continuar la construcción, a lo que se han sumado acciones municipales para clausurar parcialmente la obra.
Asimismo, mostró la licencia municipal de construcción con fecha 30 de noviembre del 2021 y el sello de aprobado y firma por parte de la Gerencia de Diseño de El Campanario sobre los planos para proceder con la obra.
PRESUNTO TRÁFICO DE INFLUENCIAS
Agrega que el presunto tráfico de influencias fue confesado por el funcionario municipal que hizo una inspección al decir que todo se complican “por ser político esto”.
Asimismo, acusa a policías y demás funcionarios de estar a las órdenes de la directiva de la administración de El Campanario, que además ha generado la falsa versión de que pretende construir una casa “hotel” para rentar en la app Airbnb, cuando es para uso unifamiliar residencial.
Sobre el señalamiento de que su obra excede la altura autorizada en el reglamento, mostró videos y fotografías donde se aprecia que los inmuebles contiguos son incluso mayores.
Prevalece la posibilidad de que repita una protesta como la que ya hizo el 13 de mayo, bloqueando con camiones de volteo la caseta principal del fraccionamiento, si no le dan solución.
CÁRCAMO IRREGULAR
A decir del denunciante, el conflicto con el fraccionamiento radica en que su terreno colinda con un cárcamo, por lo cual se firmó un convenio de servidumbre para permitir el acceso de trabajadores de El Campanario para mantenimiento, que por cierto es nulo.
El cárcamo opera fuera de norma y sin mantenimiento, arrojando aguas negras hacia la barranca y a la misma propiedad, donde se acumulan los residuos de drenaje cuando llueve.
El denunciante afirma que lo quieren despojar de aproximadamente 500 metros cuadrados para ocultar esas irregularidades ambientales, por las que ya hay quejas presentadas. No obstante, se dijo dispuesto a vender esa parte del terreno al condominio, si es que algún día se reanuda el diálogo.