No hay autogobierno ni ingobernabilidad es los Centros de Readaptación Social en el estado de Querétaro, así lo dio a conocer la presidenta de la Defensoría de los Derechos Humanos de Querétaro (DDHQ), Roxana Ávalos Vázquez.
Derivado de un informe que hizo llegar la Comisión Nacional de Derechos Humanos al gobierno estatal, la presidenta aseguró que no existen casos en los que las personas privadas de su libertad ejerzan control sobre el CERESO, sin embargo, tienen el reporte de una denuncia de que dentro del CERESO de San José el Alto se hace el cobro de cuotas, para la prestación de un servicio o alguna otra cosa –entre internos-, caso que está siendo investigado por la DDHQ.
“Nos acabamos de enterar un caso hoy, llegó una persona para señalar que está sucediendo tales acciones, inmediatamente intervenimos y se inició inmediatamente la queja. En cuestión de autogobierno no se da esa circunstancia, porque en cada visita que hacemos, vemos un control de la autoridad sobre los propios centros penitenciarios”.
La presidenta resaltó que respecto a los centros penitenciarios del estado, se han subsanado observaciones, por ejemplo en materia de alimentación, limpieza de instalaciones, mantenimiento de instalaciones, no obstante en las partes interdisciplinarias en donde siguen habiendo observaciones, tales como psicología, medicina y trabajo social.
“En 2017 se hicieron 83 revisiones, lo que va del año llevamos 14, derivado de esto vemos que en algunos centros hay tres enfermeras, dos médicos, lo que nos lleva a decir que es poco personal en relación al número de población que se encuentran en los centros”.
En este sentido, Roxana Ávalos destacó que a pesar del número de población que hay en los CERESOS del estado, no hay hacinamiento; la presidenta puso de ejemplo el centro de San José el Alto que tiene una capacidad para dos mil personas y en el informe se señalan mil 400, es decir no están al 100 por ciento de su capacidad.
“Nosotros no podemos decir cuánto personal debe de estar, ese número lo tiene que determinar la propia autoridad, tienen que contratar los que sean necesarios para cubrir las necesidades, el caso es que cuando nos presentemos a hacer las revisiones no haya queja por parte de los internos de que no han tenido atención psicológica o que tienen que esperar mucho tiempo para ser atendidos por el área médica”.
Por último la presidenta compartió que el año pasado, quejas a CERESOS fueron 42 y en lo que va del 2018 hay 13 quejas, de las cuales dos ya se concluyeron y quedan 11 pendientes. Las principales quejas son respecto a la visita familiar, llamadas telefónicas, atención médica, psicológica.
