Cubierto de maleza, graffiti y basura, el antes emblemático Club de Leones se ha convertido con el paso del tiempo en una zona en abandono y, por ello, de alto riesgo de delincuencia, lejos de ser aquel centro de ayuda social y referente musical en Querétaro.
El Casino del Club de Leones o Casino Leonístico, como se le conocía, es un inmueble localizado en avenida Tecnológico, a un costado de Río Ayutla y Avenida Universidad, un memorable salón de baile donde únicamente hay escombro.
De aquello solo quedan las ruinas, que hoy son accesibles para la indigencia o incluso para eventuales actos delictivos.
En su interior aún permanecen los registros de eventos anteriores entre anuncios de conciertos de hace cuatro años y las paredes manchadas de polvo y humedad, además de un silencio sepulcral que contrasta con la memoria fiestera de Querétaro.
Desde 2015 el jefe de región del Club de Leones, Juan Francisco Barrera Ríos, informó que la adecuación a albergue del inmueble se realizaría en tres etapas con una inversión total de 30 millones de pesos.
En su momento, se reveló que a partir de 2017 este sitio no tendría bailes ni conciertos, esto como parte del primer centenario a nivel internacional del leonismo, cuyo origen data de 1917 en Estados Unidos.
Bajo el lema “liderato, experiencia y oportunidad” el proyecto se convirtió en una asociación en beneficio social, donde se llevaron a cabo eventos de desarrollo cultural y de salud en Querétaro.
Ahora, detrás de esa malla, poco se ha mencionado sobre este sitio afectado por la pandemia de Covid-19, situación que agudizó las problemáticas que el espacio tenía hasta quedar en abandono.
Las condiciones deplorables en las que se encuentra el Club de Leones se encuentran lejanas de lo que en su momento representó este sitio en la entidad. Con algunas partes de la construcción derrumbadas, no se sabe si volverá a florecer para conformar parte de la vida de esta ciudad.