El obispo de la Diócesis de Querétaro, Fidencio López Plaza, presidió la Misa Crismal, una ceremonia litúrgica característica de la Semana Santa. Durante este evento, decenas de sacerdotes renovaron solemnemente sus promesas sacerdotales frente al obispo, en un acto de devoción y compromiso con su ministerio religioso.
Fue en la Santa Iglesia Catedral, San Felipe Neri, donde el jerarca de la Diócesis realizó el acto de consagración de tres tipos de óleos: el óleo de los catecúmenos, el óleo de los enfermos y el Santo Crisma, cada uno con un significado simbólico utilizado en distintos sacramentos de la Iglesia como el bautismo.
“Te suplicamos, Señor, que santifiques con tu bendición este óleo fecundo y que inundas en él la fuerza de tu Espíritu Santo, junto con el poder de Cristo, del que santo prisma toma su nombre. Haz que este crisma sea sacramento de vida y perfección de salvación en favor de quienes nacerán espiritualmente del agua bautismal”.
Durante el ritual, el obispo exhortó a los sacerdotes a reafirmar su compromiso y dedicación a las enseñanzas de Cristo y la Iglesia Católica, en cuya Misa Crismal, se procedió a llevar en procesión los óleos al altar, prescindiendo de la recitación del Credo, una de las características de esta misa.
Después de este momento, se procedió a llevar el Santo Crisma junto con los portadores del pan, el vino y el agua para la Eucaristía. Se impartió la bendición sobre el óleo de los enfermos, posteriormente se procedió a bendecir el óleo de los catecúmenos y, finalmente, se consagra el Santo Crisma.
Fueron decenas de feligreses los que asistieron a esta misa, la última del periodo de Semana Santa, marcando así el inicio de las celebraciones más significativas de esta festividad. El Jueves Santo conmemora la institución de la Eucaristía en la Última Cena, el lavatorio de pies y la oración en el huerto de Getsemaní, mientras que el Viernes Santo se lleva a cabo el Viacrucis.
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Respecto a los sacerdotes, estos tuvieron un papel central ya que renovaron sus promesas sacerdotales frente al obispo. Es un momento de reflexión y renovación espiritual para los sacerdotes, quienes reafirman su dedicación a servir a Dios y a la comunidad cristiana. Además de renovar sus promesas, los sacerdotes también participan en la consagración de los óleos y en la liturgia de la Eucaristía
El Santo Crisma simboliza la acción del Espíritu Santo y se utiliza para ungir a los fieles durante los rituales sacramentales, representando la gracia divina y la consagración del individuo a la fe católica.