En caso de ocupar los espacios disponibles en el Centro de Desarrollo Artesanal Indígena (CEDAI) las ventas pueden caer en un 100 por ciento, afirmó Paula Porfirio Florentino, quien dirige la agrupación de comerciantes artesanos que realizan su vendimia en el Centro Histórico.
Ante la advertencia de que recogieran sus cosas, y por segundo día consecutivo en el que han expresado su inconformidad, artesanos del Centro Histórico se molestaron con los inspectores de Comercio Municipal a quienes encararon, luego que éstos rodearon el Jardín Zenea y les pidieron que se retiraran, por lo que un grupo de cinco mujeres comerciantes y un hombre, encabezaron el reclamo para negarse a retirar su mercancía.
"No estamos pidiendo otra cosa, sino que nos dejen vender la mercancía que tenemos. No nos quieren en la calle, que porque nos vemos mal", expuso Paula Porfirio Florentino, quien dirige la agrupación de comerciantes artesanos.
Con relación al Centro de Desarrollo Artesanal Indígena (CEDAI), mencionaron que aunque les han ofrecido incorporarse a ese lugar que fue remodelado de manera reciente, consideran que las ventas se les vendrían abajo el 100 por ciento.
Dijo que desde 2015 que fue inaugurado hasta ahora, no ha funcionado, ya que no ha cumplido con el objetivo de mejorar las ventas. "Nos venden de nuevo la idea, pero eso no funciona".
Descartaron que vayan a responder con agresión, pero que serán insistentes en la búsqueda de sus derechos. Incluso, argumentaron que están en condiciones de trabajar en el CEDAI, siempre y cuando las autoridades les garanticen que van a tener buenas ganancias.
De acuerdo con lo que indicaron, son alrededor de 60 comerciantes artesanos los que se sienten afectados. Algunos, afirmaron, vienen de Santiago Mexiquitlán, de San Ildefonso, y otros de los estados de Guerrero, Puebla y Oaxaca.
Desde este lunes, los artesanos, en su mayoría mujeres, se apostaron en Plaza de Armas en rechazo a la propuesta ofrecida por las autoridades municipales. Quieren ser escuchados y que les permitan continuar con su vendimia a la vista de los visitantes locales, nacionales y extranjeros.
Personal del Municipio y del Gobierno estatal los escucharon, pero les indicaron que deben apegarse a un reglamento, el cual rechazan al referir que éste no se aplica con equidad, ya que, dijeron, a unos comerciantes se les permite vender y a otros no.
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