A un año de la elección de Andrés Manuel López Obrador como presidente, el principal reto de la oposición es organizarse para ejercer un real contrapeso al Gobierno Federal y sus medidas, aseguró la Directora de la facultad de ciencias políticas de la UAQ Marcela Ávila Eggleton.
La especialista en política dijo que es preocupante la divergencia entre las cifras del ejecutivo federal con la realidad que se vive diariamente en la sociedad.
“Tengo la impresión de que la oposición se esta reagrupando, con poco éxito, pero se está reagrupando después de la derrota del 2018 no se sabe si sea suficiente, muchos grupos se suben al tren de Morena y será la prueba de fuego para ver si las instituciones tienen la capacidad de contrarrestar el poder Presidencia”.
Destacó que el papel de la figura presidencial de López Obrador como vocero, estadista y única cabeza del gobierno es preocupante, pues pone en riesgo la legitimidad del gobierno.
“Yo veo dos discursos encontrados, el discurso del presidente como vocero del gobierno federal en una línea y el discurso de las otras fuerzas políticas como oposición y grupos de la sociedad civil organizada en una línea distante”
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El reto de la oposición será marcar una clara separación de poderes para ejercer un reto real de contrapeso, que no se había visto en la historia reciente del país.
“No había una cultura de oposición en ese sentido, estábamos acostumbrados a la oposición en contra del poder, pero no de esta magnitud a este nivel, en los años de este proceso democrático la oposición traía agendas propias pero no necesitaba establecer contrapesos tan fuertes y ahora se están dando cuenta que si necesitan establecer diferentes mecanismos de contrapeso y que no están preparados para hacerlo”, finalizó.
