Las celebraciones guadalupanas inundaron las calles de “La Sierrita”. Con música, risas, danzas y la compañía de amigos y familia festejaron a la Virgen de Guadalupe con la tradicional capea, en donde participaron decenas de jóvenes.
La calle principal fue cercada para el paso de las cuatro vaquillas que serían capeadas por jóvenes aventureros que corrían y provocaban a los animales para que los persiguieran y luego huir de ellos. El entretenimiento causaba la emoción de chicos y grandes que avivaron los ánimos para los participantes.
Los olores de los puestos de guajolotes, elotes asados, tacos dorados, postres y bebidas refrescantes inundaron los extremos de la calle Sierra Queretana, en la céntrica colonia que mantiene las tradiciones católicas.
Además de la música, el baile que espera a la noche y que ameniza el ambiente desde la medianoche de ayer, se espera que durante el resto de la tarde se congreguen grupos de danzantes y que los vecinos continúen con las celebraciones.
Las fiestas comenzaron desde el 3 de diciembre y el epicentro fue el Templo de Santa María de Guadalupe, donde se celebraron numerosas misas con distintos motivos, entre ellos peticiones por los niños no nacidos, por la paz del mundo, por quienes sufren adicciones y por las familias.
Este lunes 12 es la celebración mayor, pues los festejos ocupan todo el día, desde las seis de la mañana con la celebración de misa para luego llevarse a cabo la suelta de vaquillas.
El cierre de la noche estuvo musicalizado y ambientado por al menos tres agrupaciones musicales, además del sonido que pone ritmo a los festejos en el barrio.