Inaceptable, lamentable y vergonzoso lo ocurrido en el estadio La Corregidora; nos solidarizamos con las familias afectadas por la violencia; así lo afirmó Martín Lara Becerril, vocero de la Diócesis de Querétaro.
"Vimos imágenes en el estadio verdaderamente impresionantes, vergonzosas, de abuso de poder y de violencia. Imágenes brutales, salvajes; imágenes inaceptables y desgarradoras, de muy alto impacto para la sociedad en general", declaró.
Expresó su solidaridad con las personas afectadas y sus familias, además de señalar que esta escalada de violencia es una muestra de lo que a nivel nacional acontece, situación lamentable -dijo- en un deporte que se supone familiar y que ahora se vio afectado por cierto sector poblacional.
"Las familias venían a divertirse y las consecuencias de todo esto son lamentables. Todo esto contradice al futbol, que es un deporte con una sana diversión y que se haya convertido en un campo de batalla es contradictorio. No hay justificación para la violencia", indicó.
Señaló que estarán atentos de la información al respecto y que espera se dé con los responsables de estos acontecimientos. Asimismo, refirió que es esperanzador que la mayoría de las personas afectadas hayan sido dadas de alta y que no hayan habido consecuencias, al menos oficialmente, más lamentables.
“Vimos un fanatismo en su máxima expresión, el que lleva a la violencia, el que odia, grita, mata. El fanatismo que destruye. Vimos pasiones desordenadas, sin ningún control y todo es reflejo de una sociedad enferma y que necesita ser curada. No es toda la sociedad, sino un grupo de personas”, mencionó.
Refirió que se requieren de controles estrictos para el estadio La Corregidora, principalmente por el ingreso de armas punzocortantes y otros accesorios que portaban parte de los aficionados de Querétaro, donde no se acataron los protocolos de seguridad necesarios para evitar esta tragedia.
“Hay que sanar a esta sociedad enferma, todos esos ánimos de violencia y de barbaria. Ayer vimos imágenes de familias, los papás defendiendo a sus hijos, protegiéndolos ante una brutalidad de violencia. Los responsables deben ser castigados con la justicia y que paguen todo estos actos”, concluyó.