Es preocupante que las personas en la entidad tengan niveles tan altos de ansiedad y depresión, lo cual en parte es reflejo de las consecuencias de la pandemia por Covid-19, en el que las personas han tenido pérdidas económicas y de salud, señaló Martín Lara Becerril, vocero de la Diócesis de Querétaro.
“Quizá es prematura decir que ha sido consecuencia de la pandemia, pero la cifra de que uno de cada cuatro queretanos presenta depresión es un número muy alto y los factores se han hecho más fuertes con el encierro, la pérdida de trabajo y demás”, refirió.
Esto derivado de la información otorgada por el Instituto de Neurología, Neurocirugía y Enfermedad Cardiovascular (INNECeV) con sede en el Hospital StarMédica Querétaro en donde se registró que uno de cada cuatro queretanos presenta síntomas de depresión y ansiedad.
Lara Becerril comentó que la depresión y ansiedad son parte de una serie de causas multifactoriales que tiene que ver con situaciones económicas, laborales y sociales, que repercuten a nivel personal y que, en Querétaro, esto tiene que atenderse.
“A nivel de salud es alarmante y bueno, al mismo tiempo qué bueno que sabemos este dato porque pide una respuesta, una solución, y será momento en que todos estemos sobre el tema, es decir, pasamos de la salud física a la salud emocional y este es otro renglón que es necesario entender”, añadió.
Señaló que espera mejore la situación por los cambios de escenario en la entidad, lo que permitirá que las personas puedan salir más y buscar espacios de entretenimiento, además de socializar, situación importante para una buena salud mental.
Asimismo, comentó que al no haber equilibrio emocional las consecuencias personales y sociales pueden derivar en agresiones físicas u orales, la pérdida del trabajo o un ambiente laboral dañino, e incluso hacer que las personas sufran algún accidente.
“Es tiempo de empezar a pensar en soluciones creativas y generosas para ayudar a nuestra población, porque la salud emocional es importantísima, pues de ahí depende la estabilidad en la familia, en el trabajo, de la sociedad en la calle. Hay que prestarle atención a la salud emocional aquí entre nosotros”, concluyó.