La Fiesta Grande en honor a Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, en el municipio de Colón, atrajo a multitudes este viernes 22 de marzo, convirtiendo las calles de la localidad en un vibrante escenario de devoción y celebración.
Desde todas las esquinas del Soriano, peregrinos llegaron en diferentes estados y municipios, mostrando su respeto y gratitud a la Virgen por las bendiciones recibidas durante el año. Con colores morado y blanco en sus pertenencias, expresaron su fe y compromiso con la tradición.
"¡Tengo 20 años viniendo!", compartió Mariela García, originaria de Ezequiel Montes, entre la multitud. "Vengo por una manda de mi niño, que hace 20 años se enfermó. Le pedí a la Virgen que me lo cuidara y aquí anda ya, tiene 23 años, y casi termina la escuela. Vengo sin falta".
Además de las prácticas religiosas, la festividad ofreció un festín para los sentidos con decenas de puestos coloridos que llenaron las calles con su oferta de ropa, comida, juguetes y objetos religiosos. El tianguis se extendió por diversas zonas de Soriano, con cientos de personas transitando.
La seguridad estuvo garantizada con la presencia de cuerpos policiales que dirigieron el tráfico y velaron por la protección de los asistentes. Personal de Protección Civil, paramédicos y bomberos estuvieron presentes para brindar asistencia en caso de emergencia.
La Basílica de Soriano, lugar central de la celebración, tiene una historia rica y arraigada en la devoción popular, siendo testigo de la fe y la devoción de generaciones de peregrinos desde su construcción en el siglo XVIII. La Fiesta Grande en Colón no solo fue una celebración religiosa, sino también un testimonio de la identidad y la tradición que perduran en la región de Querétaro.
➡️ Únete al canal de Diario de Querétaro en WhatsApp para no perderte la información más importante
La historia cuenta que en el año 1703, la imagen de la Virgen de los Dolores fue trasladada desde Zimapán a Cadereyta, y posteriormente, en 1705, a la iglesia de Santo Domingo en la población de Soriano. Durante casi dos siglos, la imagen se mantuvo en este lugar, donde comenzó a ser venerada por los fieles, quienes atribuían milagros y bendiciones.
La peregrinación a la Virgen de Soriano es un momento de profunda devoción y fe para los habitantes de Colón y sus alrededores. Durante este evento, los fieles caminan largas distancias para llegar al santuario de la Virgen, donde ofrecen oraciones, muestras de gratitud y peticiones por intercesión.