TEPEJI DEL RÍO, Hidalgo.- El lodo se pega a las suelas de lostenis, con cada paso de las peregrinas se resbalan los pies y secorre el riesgo de caer, sin embargo, la columna femenil que hizosu parada en el municipio de Tepeji del Río en el estado deHidalgo, no dejó que eso fuera impedimento para mostrar sualegría de estar cada vez más cerca de la Guadalupana, quien yalas espera como cada año en el cerro del Tepeyac.
Colocaron sus plásticos encima del lodo y se dejaron caer enél para descansar un poco de la jornada de más de cuatro horasque emprendieron la madrugada de ayer, “el lodo no importa”dicen, es un sacrificio que ellas hacen para la Virgen Morena.
De repente, el padre Gustavo comienza a hablarles, las invita aponerse de pie y alabar a Dios mientras da inicio la eucaristíaque sería presidida por Martín Lara Becerril, los acordes de lamúsica comienzan a sonar y con sorpresa el sacerdote canta unaalabanza que es de muchas conocidas.
Sin importar el lodo ni el cansancio, se ve a más de 18 milmujeres brincando y alzando los brazos, cantan y aplauden enalabanza a Dios, preparan el vuelo tal como si fueran ángeles, ymientras el sacerdote continúa su canto, ellas eufóricas losiguen fervientemente.
Al término de la canción, las peregrinas piden otra, sinembargo, el canto de entrada que indica el inicio de la misa, loimpide, prometiendo más baile para el final. Las fieles se postrana los pies del altar y escuchan con devoción la palabra de Dios ylas palabras que Lara Becerril les ofreció.
“A mí no me importa esto, ni el lodo, ni el frío, todo espor mi madrecita, y vale la pena”, afirmó Eugenia, quien agregóque en los más de 10 años que ha caminado en la peregrinación,se ha tenido que enfrentar a diferentes inconvenientes que no hancesado sus deseos por regresar.
Pese a que ya era hora de comer, las peregrinas no dejaron ir alpadre Gustavo y al grito de “otra”, subió al escenario ycontinuó con un canto más que hizo que cada una se pusiera de piey mostraran su ánimo y amor por la Virgen de Guadalupe.
“Estamos contentas, felices, porque ya estamos muy cerca denuestra madre, por eso bailamos y brincamos, ya casi lologramos”, concluyeron las peregrinas.