En Querétaro hay una lucha constante por mantenerse como un estado de paz por las autoridades, sin embargo, no se está en ausencia de sufrir algún acto delictivo como el de la desaparición de personas, lo cual es muy lamentable y doloroso; así lo aseguró Martín Lara Becerril, vocero de la Diócesis de Querétaro, luego del caso del menor Alfredo Kevin Pérez Hernández, desaparecido el 19 de marzo del año en curso.
"Lucrar con la vida humana es algo grave; me refiero al hecho de que se secuestre a una persona, extorsionar bajo amenaza, es algo delicado que nosotros como sociedad padecemos permanentemente. Es doloroso contar con un desaparecido, de saber que no hay una respuesta adecuada. Desde luego que este tipo de casos representan un dolor y una alerta social", indicó.
Pidió a las autoridades defender a la sociedad ante estos acontecimientos en la entidad y llamó a las personas a realizar las denuncias correspondientes en caso de ser víctima de algún delito, con la finalidad de procurar la justicia mediante las instituciones públicas encargadas de velar por la seguridad de los ciudadanos.
"Las autoridades tienen los medios para defender a la gente, que luchen por nuestro pueblo porque precisamente una institución como lo es la Fiscalía, como lo es la policía, son para servir a la sociedad y pedir también a los legisladores que tengan leyes justas, que estas instancias hagan justicia, que luchen para que nos sintamos seguros en sus manos", manifestó.
Refirió que las familias son vulnerables y difícilmente podrían resolver estas situaciones por sí solas, lo que requiere de una colaboración institucional eficiente para la resolución de estas problemáticas. Asimismo, comentó que es importante trabajar con las familias, desde la raíz, para intentar erradicar "estos males sociales".
"Lo primero es hacer una denuncia responsable. Una familia no tiene los medios necesarios para defenderse y necesita ayuda de las autoridades. En segunda, no hay que fraccionar a la familia; en el momento en que hay una denuncia de desaparecidos a veces hay la inquietud de la familia y desgarrarse, pero es el momento de mantener a la familia unida, porque solo esto puede mantener a flote", mencionó.
Añadió que por parte de los sacerdotes hay disposición a escuchar "pues en estas situaciones se necesitan oídos, manos que ayuden a sanar las lágrimas", además de recomendar acercarse a Dios, ya que -dijo- en hechos límite lo que da respuesta a tanta incertidumbre es la fe y en que "Dios nunca nos abandona y tener una actitud contundente de que todas las familias se acerquen".
"Deben acercarse a Dios y pedir ayuda en el gobierno, de manera psicológica y espiritual, esas tres columnas son las que sacarán a flote en estos casos. Y creo que es tiempo de que le dediquemos mucho espacio a la familia, porque ¿de dónde brota un delincuente? De una familia. Es tiempo de fijar nuestros ojos en ellas y luchemos para que sea la cuna de la educación en los valores cívicos y sociales", concluyó.
