En Querétaro incrementan los grupos terapéuticos para hombres donde se trabaja acerca de la violencia machista, mortalidad masculina, paternidades responsables, salud física y emocional, con la intención de generar nuevas formas de relacionarse socialmente y de visibilizar las distintas problemáticas de violencia que se reproducen.
Así lo dio a conocer Israel Nieves, coordinador general del Instituto de Formación y Experimentación Artística A.C, también conocido como "La otra bandita", uno de los tres espacios en la capital queretana donde se realizan círculos de terapia entre hombres para dialogar sobre temas relacionados al género masculino.
"El grupo es una alianza que tiene que ver con hombres generando empatía bajo un método llamado WEM, que es de Costa Rica, y en México hay diferentes estados que lo llevan a cabo, pues este se realiza mediante un espacio donde se pueda hablar y compartir las problemáticas que como hombres atravesamos".
El método WEM es un espacio de conversación, integración y crecimiento entre hombres, mismo que se vuelve un espacio de reflexión y de acción que pretende modificar diversos comportamientos atribuidos a lo masculino, principalmente las del desapego emocional, la violencia y consumo de sustancias como el alcohol.
"Son malestares masculinos que representan o se muestran en una manera de vivir y de actuar o de resolver conflictos, tales como los celos, el abuso excesivo de alcohol, el nulo reconocimiento a las emociones, y esto lo dejamos pasar teniendo consecuencias difíciles como en temas psicológicos y conflictos en las relaciones sociales".
Israel Nieves indicó que de los tres grupos, el de "La otra bandita", localizado en el barrio de El Tepetate, es el único que se maneja de manera independiente, pues los otros dos pertenecen o son dirigidos por personas de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).
Entre las principales problemáticas de los hombres en relación a la masculinidad tienen que ver con la violencia interpersonal, donde destacan los homicidios; traumatismos debido a percances de tránsito y la cirrosis hepática relacionada al consumo de alcohol. Asimismo, los hombres son más proclives al suicidio.
"Es una forma de hacer visible la violencia que ejercemos hacia nosotros, a otros y al mismo medio ambiente. Estos grupos terapéuticos permiten que cualquier hombre pueda acercarse libremente para hacer un proceso de terapia grupal. Necesitamos reconocer estos machismos cotidianos y entender que el amor no es un ejercicio de poder".
