La exposición prolongada al ruido en niveles excesivos, aumenta la posibilidad de daño o trauma acústico en personas más jóvenes, lo cual desemboca en pérdida gradual de la audición mejor conocida como presbiacusia, problema que es asociado con la edad y se presenta entre los 45 y 50 años.
Al respecto, el médico adscrito al Hospital General Regional número 1 del IMSS en Querétaro, Juan Manuel Jácome, mencionó que entre los 80 y 85 decibeles se considera como niveles excesivos de ruido, cifras que suelen ser comunes en antros y en algunas áreas de trabajo.
“Todos somos vulnerables de perder la audición, pero esto va a depender del tiempo y de la cantidad de ruido a la que estemos sometidos”, comentó el otorrinolaringólogo Juan Manuel Jácome.
Afirmó que este problema afecta la vida de las personas en el ámbito laboral, social y familiar; pues “Empiezan a tener problemas con la pareja, cambios de humor, intolerancia por parte de sus familiares y en casos extremos pueden llegar a perder su empleo”, señaló el especialista.
Mencionó que los primeros signos que sugieren una disminución importante en la audición de la persona son cuando comienza a tener problemas de entendimiento en una conversación o bien cuando necesita subir el volumen de aparatos electrónicos como radio, televisión o auriculares; por lo que exhortó a la población a realizarse una audiometría al año, especialmente a aquellos que son más vulnerables a la contaminación acústica, por el ambiente en el que se desarrollan.
Finalmente, el especialista recomendó, en el ámbito laboral, usar protección adecuada para disminuir en gran medida las posibilidades de sufrir pérdida auditiva a largo plazo; mientras que a los jóvenes los exhortó a evitar la exposición prolongada y elevada de sonido en audífonos, en el antro o en el automóvil, entre otros.