Son las 11 de la noche y como cada fin de semana al menos 10 elementos de Policía Municipal de Querétaro se preparan en algunas de las calles para observar y multar a los conductores que manejan luego de haber ingerido alcohol, esta noche fue en la Avenida Universidad al cruce con calle Benito Juárez.
Alrededor de 50 metros son lo ocupados por este dispositivo tan señalado, donde se comienza a cerrar los carriles de las calles con el propósito de controlar los carros e irles revisando; todo ello con el apoyo de la nueva Unidad de Control para las pruebas (parecida a una caseta móvil, pero equipada con cámaras de videovigilancia conectadas a Cecom).
A pesar de que llevan años estos dispositivos, las personas que pasan cuando el Alcoholímetro se comienza a colocar se les puede observar sus caras de preocupación, al no ser ellos los detenidos o bien saben que andan manejando afuera de sus 5 sentidos.
Para las 11:30 de la noche, los uniformados ya dan muestra de su trabajo y comienzan a parar vehículos, en una zona acordonada por ellos, donde un elemento se acerca a la ventanilla del carro y explica la razón por la cual se les detiene en ese lugar, además de solicitar que exhale aliento para comprobar como primer paso aliento a alcohol.
Quienes no tienen indicios reales de haber bebido alcohol en momentos posteriores a la prueba, los policías los dejan retirarse del lugar sin ningún problema; lo que en muchos sólo causa un pequeño retraso en su camino.
Sin embargo, aquellas personas que han bebido esa noche tienen un destino diferente, al detectarse a una persona con indicios de alcohol, lo primero que hace cualquiera de los elementos es pedirle que baje de su automóvil y entregue sus llaves.
Posteriormente es trasladado a la Unidad de Control del Pruebas donde les hacen la prueba con el tan conocido aparato, y con ello se determina qué nivel de alcohol trae en el aliento (donde de cero a .19 están en un rango normal, mientras de .20 a .40 ya se considera aliento alcohólico y sobrepasando ese margen es estado de ebriedad).
Este procedimiento, no es el más complejo, pero si el más preocupante; ya que muchas personas al observar sus niveles de alcohol tienden a comportarse de distintos modos; están los que aseguran ser conocidos de alguien, otros piden ‘paro’ a los elementos y algunos más que al saberse en mal estado sólo aceptan su culpa.
Aunque existen grupos en Facebook y WhatsApp para avisar sobre los retenes, ese día no fue la excepción de que se diera esta dirección, pues a los minutos de colocarse el dispositivo, estas páginas ya avisaban de su ubicación.
No obstante de ello, muchas personas ni por enteradas se dieron, pues durante el fin de semana se realizaron en total 399 pruebas de alcoholimetría, de las cuales 30 resultaron positivas; lo que además ocasionó que 23 vehículos fueran enviados al corralón.
Sin esconderse en calles principales, este dispositivo de alcoholimetría, dijeron las autoridades, se seguirá aplicando, pues con ello se previenen accidentes provocados por manejar con alcohol, donde en algunos casos pagan quienes no tienen la culpa.
Por su parte los ciudadanos buscan mil y un formas para no caer en este dispositivo, sin embargo aún con la era del internet y sobre todo de páginas que avisan en tiempo real donde está colocado, muchos de ellos expresan su coraje ante los elementos, al ver sus unidades arrastradas por una grúa y ellos ante el dilema de como regresarán a sus casas o que van a decir a los patrones, en caso de traer vehículos oficiales, cuando comenten que deben sacar el carro del corralón por haber sido detectado manejando en estado de ebriedad.
➡️ Si quieres recibir las noticias en tu Whatsapp, envía la palabra ALTA
El salir de fiesta y conducir de regreso a casa en estado de ebriedad podría ir desde los 5 mil hasta más de 24 mil pesos, con la puesta a disposición al torito o la vaquita hasta parar a la Fiscalía por poner en riesgo la vida de terceros.
En los filtros de alcoholimetría, participan tantos policías municipales, agentes de movilidad de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Querétaro, así también un juez y personal de los juzgados cívicos, donde se realiza en ese mismo lugar, la audiencia para los conductores que no lograron pasar la prueba, donde también se brinda la opción que un familiar se lleve el vehículo o si se va al corralón.
En el primer trimestre del 2023 se aplicaron más de 4 mil 500 pruebas, de las cuales 276 detectaron aliento alcohólico; de esta cifra solo 240 conductores entre 209 hombres y 31 mujeres, fueron remitidos al torito y la vaquita respectivamente por exceder el límite de alcoholemia permitido y solo 36 lograron pasar el último filtro.
