FALLAS. ¿Y quién obligará a los taxis a dar buen servicio, llegar hasta la mismísima puerta de sus usuarios y además en autos cómodos y visibles en GPS, ahora que la emprenden contra la plataforma Uber, cuyo servicio existe precisamente por todo eso que no hacen los taxistas quejosos?
NO SE VALE. La vieja lógica paternalista ciega a los concesionarios de taxis, quienes dejan al último las necesidades de los usuarios que son los que pagan y padecen, y piden privilegios al gobierno mediante chantajes de movilización, pero sin ofrecer ni modernización ni mejora.
SOSA. Las quejas de los taxis en contra de Uber llegaron a Corregidora. Y el edil Roberto Sosa sostuvo una reunión con un grupo de taxistas que le denunciaron supuestas anomalías de unidades que trabajan con plataformas digitales, por hacer base en el municipio. El alcalde se comprometió a trabajar en el tema, colocar logotipos en sus bases y darles calcomanías que los identifique como “taxis seguros”, a cambio de que los conductores reporten vía WhatsApp anomalías como baches y actos de inseguridad.