/ miércoles 29 de noviembre de 2023

Desde Backstage | El desafío de las cancelaciones en Querétaro


En las últimas semanas, Querétaro ha sido testigo de una sinfonía de cancelaciones y eventos pospuestos que ha dejado a los amantes de la música y el entretenimiento con un sabor agridulce. Las redes sociales se han convertido en el escenario donde se expresa el descontento y la decepción de aquellos que, con entusiasmo, adquieren boletos y, en algunos casos, viajan largas distancias solo para recibir la noticia desalentadora de que su evento ha sido cancelado.

El público no tarda en expresar su malestar, compartiendo historias de sacrificios personales y financieros para ser parte de estos espectáculos. Este fenómeno ha llevado a una creciente tendencia entre los asistentes: esperar hasta el último momento para adquirir sus entradas, lo que inevitablemente afecta las taquillas y crea incertidumbre para los promotores, quienes se ven desafiados a anticipar el verdadero interés de compra.

En un vistazo a las estadísticas, se revela que al menos 40 eventos han sido cancelados en la capital queretana en lo que va del año. Este número, proporcionado por Juan Carlos Arreguín, subsecretario de gobierno en la capital, abarca eventos sociales y culturales. Arreguín también subraya la importancia de notificar con al menos 15 días de antelación la realización o cancelación de un evento, de lo contrario, se corre el riesgo de enfrentar multas.

Pero ¿cuál es la raíz de este problema? Algunos argumentan que Querétaro se encuentra saturado de eventos, con hasta cuatro conciertos en un solo fin de semana. La diversidad musical es innegable, abarcando desde reguetón hasta balada, pop, banda y corridos tumbados. Sin embargo, esta riqueza de opciones no está exenta de desafíos.

El último trimestre del año se ha transformado en un festín de eventos para todos los gustos musicales, pero surge la interrogante de si la población local está preparada para absorber tal diversidad. Aunque la ciudad ha experimentado un crecimiento en su población económicamente activa, las prioridades financieras de las familias se centran en necesidades básicas como la canasta alimentaria, salud, transporte y educación.

En la búsqueda de consolidarse como una ciudad destacada para espectáculos, Querétaro debe abrazar un enfoque estratégico que equilibre la oferta y la demanda. El éxito radica en comprender las preferencias cambiantes del público y en implementar medidas que garanticen la calidad y certeza de los eventos planificados. Un paso crucial es asegurar que los promotores cumplan rigurosamente con los lineamientos de seguridad y calidad, proporcionando así un entorno confiable para los asistentes.

Este equilibrio implica no solo la diversificación de géneros musicales y eventos, sino también la consideración de la capacidad de la ciudad para absorber tal variedad. La saturación puede desencadenar no solo cancelaciones sino también una disminución en la participación del público. Es esencial entender la dinámica única de la población queretana y adaptar la oferta en consecuencia.

Además, establecer una comunicación efectiva entre los organizadores, las autoridades y el público es clave. La transparencia en cuanto a la planificación, ejecución y posibles cambios en los eventos contribuirá a construir la confianza de la audiencia. La anticipación de cualquier eventualidad, junto con un manejo proactivo de la información, puede mitigar la decepción y el descontento entre los asistentes.

La seguridad no solo debe ser un requisito, sino una prioridad innegociable. Garantizar que los eventos cumplan con los más altos estándares de seguridad no solo protege a los asistentes, sino que también fortalece la reputación de Querétaro como destino de entretenimiento confiable.

La ciudad debe aspirar a componer una armonía sostenible en su escena de entretenimiento. Un escenario donde la música nunca deje de sonar, donde los eventos sean recordados por su excelencia y donde las cancelaciones sean una nota discordante relegada al pasado. Al hacerlo, Querétaro no solo se convertirá en un referente cultural y de entretenimiento, sino que también asegurará la participación continua y entusiasta de su público.


  • Instagram y X: @SoyMarioDuran


En las últimas semanas, Querétaro ha sido testigo de una sinfonía de cancelaciones y eventos pospuestos que ha dejado a los amantes de la música y el entretenimiento con un sabor agridulce. Las redes sociales se han convertido en el escenario donde se expresa el descontento y la decepción de aquellos que, con entusiasmo, adquieren boletos y, en algunos casos, viajan largas distancias solo para recibir la noticia desalentadora de que su evento ha sido cancelado.

El público no tarda en expresar su malestar, compartiendo historias de sacrificios personales y financieros para ser parte de estos espectáculos. Este fenómeno ha llevado a una creciente tendencia entre los asistentes: esperar hasta el último momento para adquirir sus entradas, lo que inevitablemente afecta las taquillas y crea incertidumbre para los promotores, quienes se ven desafiados a anticipar el verdadero interés de compra.

En un vistazo a las estadísticas, se revela que al menos 40 eventos han sido cancelados en la capital queretana en lo que va del año. Este número, proporcionado por Juan Carlos Arreguín, subsecretario de gobierno en la capital, abarca eventos sociales y culturales. Arreguín también subraya la importancia de notificar con al menos 15 días de antelación la realización o cancelación de un evento, de lo contrario, se corre el riesgo de enfrentar multas.

Pero ¿cuál es la raíz de este problema? Algunos argumentan que Querétaro se encuentra saturado de eventos, con hasta cuatro conciertos en un solo fin de semana. La diversidad musical es innegable, abarcando desde reguetón hasta balada, pop, banda y corridos tumbados. Sin embargo, esta riqueza de opciones no está exenta de desafíos.

El último trimestre del año se ha transformado en un festín de eventos para todos los gustos musicales, pero surge la interrogante de si la población local está preparada para absorber tal diversidad. Aunque la ciudad ha experimentado un crecimiento en su población económicamente activa, las prioridades financieras de las familias se centran en necesidades básicas como la canasta alimentaria, salud, transporte y educación.

En la búsqueda de consolidarse como una ciudad destacada para espectáculos, Querétaro debe abrazar un enfoque estratégico que equilibre la oferta y la demanda. El éxito radica en comprender las preferencias cambiantes del público y en implementar medidas que garanticen la calidad y certeza de los eventos planificados. Un paso crucial es asegurar que los promotores cumplan rigurosamente con los lineamientos de seguridad y calidad, proporcionando así un entorno confiable para los asistentes.

Este equilibrio implica no solo la diversificación de géneros musicales y eventos, sino también la consideración de la capacidad de la ciudad para absorber tal variedad. La saturación puede desencadenar no solo cancelaciones sino también una disminución en la participación del público. Es esencial entender la dinámica única de la población queretana y adaptar la oferta en consecuencia.

Además, establecer una comunicación efectiva entre los organizadores, las autoridades y el público es clave. La transparencia en cuanto a la planificación, ejecución y posibles cambios en los eventos contribuirá a construir la confianza de la audiencia. La anticipación de cualquier eventualidad, junto con un manejo proactivo de la información, puede mitigar la decepción y el descontento entre los asistentes.

La seguridad no solo debe ser un requisito, sino una prioridad innegociable. Garantizar que los eventos cumplan con los más altos estándares de seguridad no solo protege a los asistentes, sino que también fortalece la reputación de Querétaro como destino de entretenimiento confiable.

La ciudad debe aspirar a componer una armonía sostenible en su escena de entretenimiento. Un escenario donde la música nunca deje de sonar, donde los eventos sean recordados por su excelencia y donde las cancelaciones sean una nota discordante relegada al pasado. Al hacerlo, Querétaro no solo se convertirá en un referente cultural y de entretenimiento, sino que también asegurará la participación continua y entusiasta de su público.


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