/ miércoles 5 de julio de 2023

Desde Backstage | ¿El vinilo ha vuelto para quedarse?


Renaciendo la pasión por lo vintage, los discos de vinilo están experimentando, desde hace ya un par de años, un notable auge en la industria. A pesar de haber sido eclipsados en su momento por los casetes, posteriormente por los discos compactos y más recientemente por las descargas digitales y el streaming, los vinilos están recuperando su estatus como objeto de deseo para todos los melómanos y apasionados coleccionistas.

Hace casi dos décadas, muchas empresas abandonaron su fabricación, deshaciéndose de su maquinaria y procesos. Sin embargo, la demanda ha crecido exponencialmente, lo que ha llevado a la reconstrucción de la industria prácticamente desde cero. En el año 2021, las ventas de vinilos alcanzaron aproximadamente los 1000 millones de dólares, gracias a la apertura de decenas de nuevas fábricas de prensado de discos. A pesar de este aumento, la demanda sigue superando la oferta. Por primera vez están predominando en ventas, dejando atrás a los CDs, de acuerdo con el informe anual de ingresos de la Recording Industry Association of America (RIAA). Solamente el año pasado 2022, se vendieron 41 millones de unidades. Este hecho destaca el impresionante resurgimiento que está experimentando el formato de música física.

"La industria ha encontrado un nuevo impulso y está acelerando a un ritmo sin precedentes", afirmó Mark Michaels, director ejecutivo y presidente de United Record Pressing, la mayor productora de discos de Estados Unidos, con sede en Nashville, Tennessee.

Se piensa que la pandemia ha sido un factor determinante en el auge de las ventas, pues con la cancelación, en su momento, de numerosos conciertos y giras, los fanáticos han buscado nuevas formas de conectar con sus artistas favoritos, lo que ha llevado a un incremento en la compra de mercancía, incluyendo este formato de discos que se ha popularizado y se ha convertido en un artículo altamente valorado por su conexión perceptible, lo que lo convierte en un objeto de culto para muchos.

Hoy en día, hay más que solo baby boomers (personas nacidas entre 1946 y 1964) buscando estos productos. Por ejemplo, cada vez son más los artistas contemporáneos, como Taylor Swift, Adele o Harry Styles, que exploran este formato y lo utilizan como una plataforma creativa y nostálgica. Por su parte, los millennials (generación nacida entre 1980 y 2003) también desempeñan un papel importante en este renacimiento. Se ha detectado que tienen un gran aprecio por formatos analógicos como las películas en VHS y los cassettes. Este interés se atribuye en parte a la búsqueda de una experiencia más tangible y auténtica en un mundo cada vez más digitalizado.

Los datos y el furor no dan espacio a la duda, los discos de vinilo están experimentando un segundo aire en la industria musical, ya sea por la nostalgia, la pasión de los coleccionistas y el interés de artistas contemporáneos, han recuperado su atractivo y están generando ventas significativas y aunque es poco probable que lleguen a reemplazar completamente los formatos digitales, su revivificación como formato clásico demuestra que los consumidores aún aprecian la experiencia táctil y física de la música, y que las antiguas tecnologías pueden encontrar su espacio en estos días.


  • Instagram y Twitter: @SoyMarioDuran


Renaciendo la pasión por lo vintage, los discos de vinilo están experimentando, desde hace ya un par de años, un notable auge en la industria. A pesar de haber sido eclipsados en su momento por los casetes, posteriormente por los discos compactos y más recientemente por las descargas digitales y el streaming, los vinilos están recuperando su estatus como objeto de deseo para todos los melómanos y apasionados coleccionistas.

Hace casi dos décadas, muchas empresas abandonaron su fabricación, deshaciéndose de su maquinaria y procesos. Sin embargo, la demanda ha crecido exponencialmente, lo que ha llevado a la reconstrucción de la industria prácticamente desde cero. En el año 2021, las ventas de vinilos alcanzaron aproximadamente los 1000 millones de dólares, gracias a la apertura de decenas de nuevas fábricas de prensado de discos. A pesar de este aumento, la demanda sigue superando la oferta. Por primera vez están predominando en ventas, dejando atrás a los CDs, de acuerdo con el informe anual de ingresos de la Recording Industry Association of America (RIAA). Solamente el año pasado 2022, se vendieron 41 millones de unidades. Este hecho destaca el impresionante resurgimiento que está experimentando el formato de música física.

"La industria ha encontrado un nuevo impulso y está acelerando a un ritmo sin precedentes", afirmó Mark Michaels, director ejecutivo y presidente de United Record Pressing, la mayor productora de discos de Estados Unidos, con sede en Nashville, Tennessee.

Se piensa que la pandemia ha sido un factor determinante en el auge de las ventas, pues con la cancelación, en su momento, de numerosos conciertos y giras, los fanáticos han buscado nuevas formas de conectar con sus artistas favoritos, lo que ha llevado a un incremento en la compra de mercancía, incluyendo este formato de discos que se ha popularizado y se ha convertido en un artículo altamente valorado por su conexión perceptible, lo que lo convierte en un objeto de culto para muchos.

Hoy en día, hay más que solo baby boomers (personas nacidas entre 1946 y 1964) buscando estos productos. Por ejemplo, cada vez son más los artistas contemporáneos, como Taylor Swift, Adele o Harry Styles, que exploran este formato y lo utilizan como una plataforma creativa y nostálgica. Por su parte, los millennials (generación nacida entre 1980 y 2003) también desempeñan un papel importante en este renacimiento. Se ha detectado que tienen un gran aprecio por formatos analógicos como las películas en VHS y los cassettes. Este interés se atribuye en parte a la búsqueda de una experiencia más tangible y auténtica en un mundo cada vez más digitalizado.

Los datos y el furor no dan espacio a la duda, los discos de vinilo están experimentando un segundo aire en la industria musical, ya sea por la nostalgia, la pasión de los coleccionistas y el interés de artistas contemporáneos, han recuperado su atractivo y están generando ventas significativas y aunque es poco probable que lleguen a reemplazar completamente los formatos digitales, su revivificación como formato clásico demuestra que los consumidores aún aprecian la experiencia táctil y física de la música, y que las antiguas tecnologías pueden encontrar su espacio en estos días.


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